Tras una vendimia “pasada por agua” y “adelantada” o “desigual” en muchos territorios, la añada del 2023 que empieza a llegar estos meses al mercado ha hecho trabajar especialmente este año a viticultores, enólogos y bodegueros.
El resultado del esfuerzo: una añada de calidad que mantiene su tipicidad, con la frescura e intensidad aromática que caracteriza a las elaboraciones autonómicas y a la altura de lo que espera el consumidor.
Así nos lo confirman los expertos, a los que les hemos preguntado: ¿Qué nos depara la cosecha 2023? Esto es lo que han respondido por Denominaciones de Origen.
Rías Baixas. Una vuelta al origen
“La añada 2023 en Rías Baixas ha sido una vuelta al origen”. Así resume la enóloga Paula Fandiño en una sola frase lo que nos ofrecerán los blancos jóvenes de la D.O este 2023 tras una añada abundante en brotación —que obligó a las plantas a un mayor esfuerzo durante el proceso de maduración— y una de las vendimias más tempranas que se recuerdan en el sello.
El resultado, retoma Fandiño, esa vuelta a los orígenes, a lo Atlántico, con “una maduración muy fresca, muy cítrica, con un perfil aromático de manzana y melocotón, que abre la puerta también a las notas florales, salinas y minerales” frente a las “notas tropicales” que estaban empezando a dejarse sentir en las últimas añadas.
Vinos, por otro lado, chispeantes y potentes en boca que Fandiño augura “longevos”, con “una muy buena evolución” al tiempo que apunta “al trabajo de crianza sobre sus lías para volverlos más envolventes y complejos”.
Ribeiro, calidad y elegancia
“Calidad” y “elegancia” son las palabras elegidas por el enólogo Pablo Estévez para describir la cosecha 2023 en O Ribeiro. Los vinos jóvenes de la D.O más antigua de Galicia llegan al mercado con una nueva cosecha en la que van a destacar tanto por la “finura en nariz” como por el “equilibrio en boca”, y, eso sí, un ligero descenso en la graduación alcohólica.
Unos resultados más que satisfactorias para una añada muy marcada por la climatología del año 2023, que obligó a trabajar a viticultores y bodegueros tanto a la hora de hacer frente a la presión fúngica de unos meses de mayo y septiembre “muy lluviosos” como de gestionar una vendimia que se intuía —y así fue finalmente— larga debido a la maduración desigual del viñedo.
Ribeira Sacra, dispuestos a seguir diferenciándose
También de las condiciones climáticas de 2023, como no podía ser de otro modo, habla el enólogo Julio Ponce cuando le preguntamos por la cosecha del 23 en Ribeira Sacra, una denominación de Origen en la que, nos recuerda, algunas zonas concretas se vieron obligadas a adelantar la recogida de la uva debido al estrés hídrico de agosto y que vino seguida de un septiembre “muy pasado por agua”.
Condiciones que nos han dejado vinos con un poco menos de color, pero que, “por contra”, dice Ponce, han podido conservar muy bien el perfil aromático que les caracteriza, además de ganar suavidad en boca. Elaboraciones más ligeras y fáciles de beber, que conservan su tipicidad y siguen diferenciándose de otras D.O de la zona.
Valdeorras y Monterrei, fieles a su tipicidad
Llovió también, antes y después del inicio de la vendimia, en la Denominación de Origen Monterrei, nos cuenta por su parte el enólogo Álvaro Bueno, que con todo habla de vinos que mantienen sus características varietales. “La Godello y la treixadura siguen dando vinos blancos muy aromáticos y bien estructurados”, describe para matizar que “la acidez ha descendido un poco y los ph son ligeramente más altos”.
En cuanto a los tintos, el experto explica que la maduración fue buena y que los vinos obtenidos después de una buena selección de las uvas mantienen la tipicidad de la zona, “maduros y sólidos”, si bien con “algo menos de color al acortar los tiempos de maceración”.
Lo mismo en Valdeorras, donde “seguiremos encontrando unos godellos muy aromáticos y minerales, con una boca bien estructurada y de una buena densidad , vinos blancos maduros y muy afrutados”, en los que, con todo y al igual que en Monterrei, también se ha perdido un poco de acidez por las lluvias.
“En el caso de la mencía”, se despide el experto, “las maceraciones también fueron más cortas, por lo que también veremos un ligero descenso en el color, aunque seguiremos encontrando vinos aromáticos y algo más ligeros que en años anteriores”.