Porque el vino en Galicia es cultura, en Eidosela Adegas Atlánticas tienen claras tres cosas con respecto a los suyos: que su singularidad bebe del clima y la tierra en la que nacen; que han de estar a la altura de la historia de la subzona de O Condado de Tea; y que elaborarlos es, además de un privilegio, un arte.
Origen, vinculación y artesanía de la viña a la copa son así las claves de la filosofía de trabajo en esta histórica bodega de la D.O Rías Baixas, con más de 60 hectáreas cultivadas con esmero por un total de 63 socios. Un compromiso que ahora imprimen en su nueva imagen y con el que se visten de etiqueta justo a tiempo para lo más importante de esta Navidad: poder brindar un año más con nosotros y los nuestros.
La nueva imagen: mar, arte y origen. Un paso adelante con el que la bodega se moderniza para seguir rindiendo honor a sus orígenes y poner en valor una tierra en la que se expresan como en pocos lugares castes autóctonas de la talla de la albariño, la treixadura, la caiño o la loureiro.
La vinculación con el territorio y la bravura y los contrastes del Atlántico se abren paso así en una etiqueta en la que el azul sirve como hilo conductor para subrayar toda la personalidad y elegancia de sus vinos, bendecidos por ese mar que influye en nuestro clima e imprime un carácter especial a nuestros vinos; y a nosotros: los gallegos.
La apuesta gráfica mantiene además el protagonismo histórico de la pintura abstracta en la bodega. La forma perfecta de recordarnos la vinculación indisoluble entre vino y arte.
Eidosela albariño, fresco e intenso. Todo ello puede sentirse ya en Eidosela Joven, un vino fresco, intenso, equilibrado, que se caracteriza por sus aromas con sus recuerdos a fruta de hueso como el albaricoque, secundado por frescos matices cítricos de lima.
Potente y limpio, la acidez bien integrada completa en boca al que es aliado perfecto para degustar mariscos, pescados, carnes blancas, arroces y quesos, o cualquier otro plato de consistencia media. Se recomienda disfrutarlo a una temperatura de unos 10 – 11°C.
De las 60 hectáreas de viñedo cultivadas con mimo y cariño por los 63 socios de este grupo de bodegas, nacen las castes albariño, treixadura, loureira y caiño, que son vendimiadas manualmente y elaboradas con respeto y mimo para llegar a nuestras copas manteniendo toda su esencia. Así nacen también el resto de vinos de la bodega, entre los que destacan Eidosela Selección y Eidosela Esencia.
“Eidos y Sela”: La importancia de la tierra
El nombre de Eidosela nace de la unión de los topónimos Eidos y Sela, que son el barrio y la parroquia pertenecientes al concello de Arbo en las que se asientan las instalaciones de la bodega.
Precisamente en la iglesia parroquial de Santa María de Sela se han inspirado para su nueva marca, en la que reivindican su origen a través de elementos tan interesantes como la flor de ocho puntas u hojas que se ubica justo encima del retablo de la construcción y que da forma, en tonos azules, a su nuevo logo.
Un símbolo bonito, compacto y con legado histórico, pero con el que, sobre todo, quieren reivindicar las características, gentes e historia de su tierra, esas tres cosas que, unidas, hacen posibles sus vinos.
D.O Rías Baixas/ Eidos de Abaixo, s/n (Sela) Arbo/ 986 66 55 50/www.bodegaseidosela.com