«Galicia está de moda»

“Calidad”, es la palabra que más repiten autóctonos y foráneos cuando se trata del vino gallego.15 grupos no originarios de Galicia elaboran ya grandes caldos en la comunidad, que también se expande a otras D.O 

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El vitivinícola gallego atrae capital. Así lo demuestra la presencia en Galicia de, al menos, 15 grupos empresariales o familias bodegueras cuyo origen se sitúa fuera de nuestras fronteras. Catalanes, riojanos y andaluces, entre otros, han aterrizado en Galicia para invertir en una o más de sus Denominaciones de Origen. Así, Freixenet, Marqués de Murrieta o Pago de los Capellanes son sólo algunos de los grandes nombres que suenan con fuerza en Galicia de la mano de bodegas como Vionta o Pazo de Barrantes, en Rías Baixas, o Luar do Sil, en Valdeorras.

En este contexto, la tierra del albariño, una de las tres Denominaciones de Origen españolas que más han aumentado su presencia en prensa en los últimos cinco años, se dibuja como la favorita de los grupos de fuera de la comunidad al contar con hasta 12 de ellos entre sus filas. Muchos proceden de la Rioja. Es el caso de Ramón Bilbao, Bodegas Riojanas o Marqués de Vargas, entre otros, que destacan en esta zona con bodegas como Mar de Frades, Veiga Naum oPazo de San Mauro. 

Ágel Barrasa, consejero delegado de Rioja Alta, una de las primeras bodegas de esta D.O que decidió invertir en Rías Baixas con la bodega Lagar de Cervera, lo tiene claro cuando explica por qué la empresa a la que representa decidió expandir su negocio en esta zona: “el mejor vino blanco que se hacía y se hace en España es el albariño”, dice, para pasar a añadir que, pese a que invertir en la comunidad era más caro que en otras zonas de España por “la cuestión del minifundio”, Rioja Alta decidió “apostar por la calidad” y por el “potencial para el mercado tanto nacional como internacional que tenían y tienen los blancos de Rías Baixas”,  al  “gustar, prácticamente, a todo tipo de consumidor”. 

Será por ello que también grupos andaluces como Jorge Ordóñez, de Málaga, con Bodegas La Caña, o González Byass, de Jerez, con Pazos de Lusco, han invertido en esta zona.  Además, los gigantes catalán y portugués, Freixenet y Mateus Rosé, tampoco han querido dejar de estar presentes en Rías Baixas con las bodegas Vionta y Santiago Ruiz, respectivamente. “Variedades autóctonas, Calidad de los vinos, fama y prestigio de los productos así como el propio trabajo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen” son sólo algunos de los atractivos a los que apunta el C.R.D.O Rías Baixas a la hora de analizar la presencia de estas empresas en la denominación.

“Lo cierto es que hemos aprendido los unos de los otros y, además, en un mercado global se necesitan portfolios amplios”, explica, en este sentido, Ramón Huidobro, Secretario General de Rías Baixas,  una denominación en la que el 16,6% de los litros producidos ya son elaborados por estos grupos, y quien no duda en afirmar que las bodegas gallegas “están de moda en todo el mundo”.  Hace 15 años, sólo 5 grupos o familias bodegueras estaban presentes en Rías Baixas. Hoy, este número ha aumentado hasta12.

No sólo Rías Baixas, sin embargo, recibe a grupos no originarios de Galicia. También otras denominaciones como Valdeorras,  que ha visto comosus vinos jóvenes han sido enormemente elogiados por publicaciones referentes del sector en España, se ha abierto a la llegada de inversión nacional de la mano de las bodegas Luar do Sil, de Pago de los Capellanes, en Ribera del Duero,  y Avancia, del ya mencionado Jorge Ordóñez, de Málaga. Dos bodegas que se instalaron en la zona a lo largo de los últimos 10 años, según indica el C.R.D.O Valdeorras, quien subraya el “orgullo” que siente por la llegada a la zona “de estos emprendedores para apostar por diferentes proyectos de vinificación”. “Es evidente que los vinos y las bodegas gallegas están de moda”, explica, sin dejar de remarcar que “la calidad es la clave” a la hora de atraer inversión en Valdeorras. 

En la misma línea se sitúa Monterrei, tierra de mencía y godello, entre otros varietales,  que cuenta con un único grupo no originario de Galicia entre sus bodegas. El Grupo El Reloj, de CIF catalán, presume así de vinos gallegos de la mano de Alba Al-Bar.  Alberto Fernández, gerente de la bodega,  explica que,  desde El Reloj, decidieron apostar por el godello. En este sentido, dice, Monterrei era la D.O que más se adaptaba a su proyecto. Orgulloso, cuenta como distintos premios  han confirmado que no se equivocaron con su elección.  

Así, Rías Baixas, Valdeorras y Monterrei demuestran que el vinícola gallego atrae inversión a la comunidad. Sin embargo,  el sector en Galicia no se limita a recibir capital. También se expande y diversifica invirtiendo fuera y dentro de sus fronteras. En la D.O Ribeiro, famosa por sus colleiteiros y en la que cada año cobran más importancia las variedades autóctonas, esta tendencia se vuelve evidente con hasta 5 grupos o familias bodegueras originarias de la zona que han pasado a elaborar en otras denominaciones de la comunidad como Rías Baixas, Monterrei, Valdeorras o Ribeira Sacra. 

Es el caso de Pazo do Mar, Reboreda-Morgadío, Bodegas Gallegas o Bodegas Villanueva y también de Viña Costeira que, en 2015, empezó a elaborar en Valdeorras con la misma marca que en El Ribeiro. El responsable de marketing de la bodega, Pablo Gómez, explica que  Viña Costeira tomó esta decisión por sus objetivos de crecimiento. “Al ser una bodega que funciona, el consumidor nos pide más, buscamos una zona que cumpliese con nuestras exigencias de calidad y la encontramos en Valdeorras, cuyos tintos están muy reconocidos”,  afirma Gómez.

También Ribeira Sacra, con grupos como el de Bodegas Regina Viarum, HGA Bodegas, que produce vinos en Rías Baixas, Ribeiro, Ribera del Duero y Monterrei o la familia bodeguera Méndez Rojo, con presencia en Valdeorras, destaca en este sentido. En la misma línea, Rías Baixas protagoniza también la expansión del vitivinícola gallego de la mano de bodegas como Martín Códax o Terras Gauda, que han pasado a elaborar en El Bierzo, entre otras D.O, o Valmiñor,  que  también elabora en Ribera del Duero con la bodega Ébano. Calidad, grandes varietales y buen hacer. de los viticultores. Motivos que explican por qué los vinos de Galicia reciben y crean capital. Autóctonos, nacionales e internacionales parecen coincidir en ello. Ahora, dice el sector, a seguir trabajando y a continuar aprendiendo unos de otros.

 

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