Crispy, balanced, mineral… ¡Albariño!

Rías Baixas completó esta semana su foro de inglés especializado en vino. Dos de los participantes nos cuentan su experiencia 

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​Texto: M. Bueno

Rías Baixas exporta casi un 30% de su producción total. Sus vinos están presentes en hasta 60 países y ocupan algunos de los puestos más altos en prestigiosos concursos internacionales. Un total de 113 de sus bodegas amparadas vende en el exterior y, además, el enoturismo crece en esta zona entre un 12% y 13% anual y eso solo teniendo en cuenta a las bodegas socias de la Ruta del Vino Rías Baixas.

Por ello no es extraño que muchos de los actores de la D.O. del albariño se preocupen por obtener conocimientos de inglés específicos del sector como tampoco lo es que su Consejo Regulador lleve ya casi una década impartiendo distintos cursos de la mano del nativo y experto en vinos Andrew Black para facilitarlo.

Esta semana, Rías Baixas​ repitió experiencia a lo largo de tres días en los que los conocimientos teóricos se combinaron con una parte más práctica y en los que las catas comentadas en inglés ocuparon buena parte del tiempo del foro, que destaca por “participativo”, con “mucho trabajo en equipo”.

Así lo describe Antonio Ruiloba, socio de La Val y quien repite en la iniciativa. Comenta que le ayuda a “no maltratar el inglés” y considera, además, “fundamental profundizar en el vocabulario utilizado a nivel internacional en el área del vino”, dado que este se mueve “en un mercado cada vez más global”.

Con él coincide Javier Izurieta, director de Exportación de Pazo de Señoráns,  a quien estos cursos ayudan a “utilizar tecnicismos con más seguridad” y a estar “más cómodo” a la hora de hablar de vino en inglés. Insiste en la importancia de lo específico de las clases y ejemplifica: “No es lo mismo que apuntarse a una escuela de idiomas”.

Le pedimos que destaque algunos de los términos que ha aprendido estos días y nos da tres estrechamente “relacionados con la descripción del albariño”: Crispy, que, “sin traducción literal, habla de un vino vivo, de acidez vibrante”; y minerality y balanced, “otras dos palabras que están muy de moda en el sector del vino”.

Según apuntan ambos, este curso sirve también para que los asistentes se relacionen entre ellos y con nuevas elaboraciones de la zona, además de acercarse a las tendencias internacionales en la comunicación especializada en vinos.

Una iniciativa completa que, asegura Eva Mínguez, directora de marketing del C.R.D.O., “tiene muy buena acogida” y en la que, cada año, se tocan diversas áreas: Desde el vocabulario más básico hasta el más técnico, pasando por la comercialización, las visitas o la elaboración. 

“Para la imagen de la D.O., es importante, necesario, que la gente esté formada y sepa atender a las visitas internacionales”, concluye Mínguez sobre el enfoque de foro, al que Ruiloba califica de “muy positivo”: “El Consejo está vigilante de las necesidades que podamos tener las bodegas, y ahí está apoyando a quienes representa”. 

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