“Merece la pena”, dice Simón Vázquez, responsable de comunicación del C.R.D.O. Ribeira Sacra, “merece la pena mantener viva una tradición legada de padres a hijos, conservar unos de los paisajes vitícolas más bellos del mundo, hacer vino en estas tierras, un vino que es mucho más que vino.” 20 municipios recorren cinco subzonas; Amandi, Chantada, Quiroga-bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil; en el que es uno de los secretos mejor guardados de la Galicia interior. Viñedos de mencía y otras variedades autóctonas se distribuyen a lo largo de bancales en laderas de más de un 80% de pendiente que hacen honor a ese término que define a Ribeira Sacra, para muchos, mejor que cualquier otro: “Viticultura heroica”. Una zona que puede considerarse, además, como una auténtica ruta del románico gracias a iglesias como la de A Cova, San Miguel de Eiré, San Fiz de Cangas; o el convento de San Salvador en la capital municipal de Pantón, Santo Estevo de Ribas de Miño y San Paio de Diomondi. Famosa también por su monasterios, Ribeira Sacra puede recorrerse, además, en catamarán a través de las aguas del Miño y del Sil. Entre sus festividades, destacan cualquiera de las Ferias del Vino de sus subzonas. Celebrará en julio el Festival do Viño Ribeira Sacra 2018 con música, concursos de fotografía y nuevas rutas.
Enoturismo en Ribeira Sacra: El paisaje creado por la viticultura heroica, un secreto a descubrir
Viñedos en bancales en laderas de más de un 80% de pendiente, paseos en catamarán o rutas de románico otorgan a la zona un enorme atractivo para el viajero del vino

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