84.000 m2 de superficie. 4.000 expositores. 150.000 visitantes y 157 nacionalidades. Son los datos que definen, antes que cualquier adjetivo, a uno de los eventos más importantes del agroalimentario en el mundo. La feria de carácter bianual Alimentaria ha tenido lugar esta semana en el recinto de Gran Vía de Fira Barcelona y hasta allí se han desplazado los vinos de Galicia, donde, durante cuatro días, se han promocionado tanto desde el stand de la Xunta como a través de las al menos 25 bodegas amparadas presentes en la cita con expositor propio.
Un “éxito rotundo”, según coinciden los representantes de distintos C.R.D.O. en la feria, que se concreta en el Túnel del Vino Conjunto de la comunidad. Compuesto por un total de 200 marcas del vitivinícola gallego, ha recibido, en solo cuatro días, la visita de hasta 4.000 personas. Estudiantes, consumidores y prescriptores de origen nacional y también internacional han tenido así la oportunidad de catar los dos centenares de nombres que las D.O. de vino gallegas, además de Orujo de Galicia, han llevado al centro del sector a lo largo de esta semana.
Así lo afirma Erika Domínguez, directora de promoción del C.R.D.O. O Ribeiro, quien califica a Alimentaria de una “auténtica locura” en el mejor sentido de la expresión. Confiesa que se vieron obligados a racionalizar sus existencias de vino, llegando, de hecho, a agotar muchas marcas durante la mañana del jueves. Un contexto en el que Rodríguez habla de “un alto grado de satisfacción”, por parte de todos los consejos, como balance de la participación del vino gallego en la feria.
“La gente ya conoce Galicia aunque muchos no saben que hay cinco Denominaciones de Origen de vinos. Tienen curiosidad, preguntan por las elaboraciones especiales, quieren saber un poco de cada tipo de vino”, resume Erika Domínguez sobre los asistentes al túnel para pasar a concretar que, de O Ribeiro, lo que más sorprende son sus variedades autóctonas.
Lo mismo opina Natalia González, técnica de Promoción de Monterrei, quien asegura que el balance de la cita “es totalmente satisfactorio” también para la D.O. presidida por Da Silva. “Lo que más interés ha generado ha sido la godello”, apunta para pasar a explicar que “muchos de los visitantes han llegado a preguntarle por dónde y cómo podían adquirir este o aquel vino”.
En la misma línea se sitúa Marta Villén, de Ribeira Sacra, quien cree que ha habido un gran cambio en torno al conocimiento de la D.O. de la viticultura heroica con respecto a hace dos años. “Estáis de moda”, es la frase que más le han repetido estos días, según relata para pasar a concluir: “Ha sido un éxito total”.
Además de en el túnel del vino, las referencias gallegas también han estado presentes en la feria de la mano de los expositores propios de, al menos, 25 bodegas originarias de la comunidad. Es el caso, entre otros, de Dominio do Bibei, Viña Costeira, Cooperativa Jesús Nazareno do Barco, Señorío de Rubiós, Viña Moraima, Granbazán, Condes de Albarei, o Grandes Pagos de la Viticultura gallega…
También de Pazo de Rubianes. Bodega desde la que su director de Enoturismo, Ramón Paz, explica que “ha merecido mucho la pena” acudir al evento. “Estamos muy satisfechos, creo que es generalizado, ha sido muy productivo, ha habido un gran flujo de profesionales todos los días, que es lo que al final buscamos en este tipo de acciones”, apunta.
“Hemos tenido visitas de importadores de India, Colombia, EEUU, Centroamérica, Japón, Hungría, Rumania…” le completa Yvan Mordret, del departamento de exportación de Bodegas Gallegas, quien asegura que la feria les ha ayudado a abrir nuevos mercados así como a consolidarse en otros. “Se nota mucho interés, han venido de todas partes” resume sobre la cita que, dice, “les abre puertas” y en la que “había que estar”.
Un evento en el que, además, tres marcas gallegas han sido situadas “entre los diez vinos que más seducen en Estados Unidos” por parte del crítico de The New York Times Eric Asimov, durante una de sus catas. Pezas da Portela 2015, de la bodega de la D.O. Valdeorras Valdesil; Do Ferreiro Cepas Vellas 2016, de Gerardo Méndez, con D.O. Rías Baixas; y Viña Caneiro 2015, de Losada Fernández, en Ribeira Sacra pusieron así la guinda al éxito de los gallegos en Alimentaria.
Toca ahora esperar dos años para volver al recinto de Gran Vía de Fira Barcelona, por el que este año han pasado expertos en vino de la talla de Jancis Robinson, Nick Lander, Richard Juhlin o Pedro Ballesteros, entre otros, con más de 150.000 visitantes de 157 países.