Los mejores de Rías Baixas para este 2018

Pazo de Rubianes, de O Salnés, se hizo el pasado domingo en Cambados con el Primer Premio en la XXX Edición de la Cata Concurso del Albariño, en la que también destacaron La Trucha y Abadía de San Campio, con la plata y el bronce

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M. B.

«Un vino peculiar, de finca». Así definen desde la dirección técnica de Pazo de Rubianes a su 100% Albariño. Elaborado en O Salnés y bautizado con el mismo nombre que la bodega que lo elabora, este vino acaba de hacerse con el Primer Premio de la XXX Cata Concurso Rías Baixas Albariño, celebrada el pasado fin de semana en el marco de la gran fiesta del año en Cambados.

Se trata así, a nivel organoléptico, de «un blanco equilibrado, de buena maduración, que mantiene muy bien el frescor y que contempla todas las esencias del valle del Salnés. Muy floral, sin dejar de lado la nota frutal. Un vino, a su vez, refrescante, de gran entrada en boca, muy largo, al que el trabajo con lías le aporta esa dimensión, esa corporeidad de los grandes vinos«.

La clave de su calidad, explican desde el afamado pazo, «reside en el exhaustivo trabajo de campo y el saber hacer por parte del equipo de viticultura de la bodega, con el ingeniero agrónomo Guillermo Hermo a los mandos». Es ese trabajo, insisten, «el que ha marcado la diferencia» en Pazo de Rubianes, que acaba de proclamarse Mejor Albariño Rías Baixas de 2018.

Así ha sido elegido por un jurado formado por hasta 21 expertos en el que, a los catadores del panel interno de la D.O., se han sumado enólogos, sumilleres y periodistas, entre otros profesionales, venidos de todas partes de España para la ocasión, y que también quiso destacar la calidad de La Trucha, de Finca Garabelos y elaborado en O Condado de Tea, y de Abadía de San Campio, de Terras Gauda, en O Rosal, con las medallas de plata y bronce, respectivamente.

El primero, destaca en nariz «por un aroma intenso, donde se entremezclan los recuerdos de frutas con flores, melocotón, albaricoque, piña y jazmín sobre unas sutiles notas de ligera crianza sobre lías». En boca, por su parte, «resulta untuoso, goloso, placentero y lleno de armonía, con un excelente postgusto que perdura en el recuerdo».

El segundo, elaborado en O Rosal por Terras Gauda, sorprende, a su vez, «por sus marcados y frescos matices de frutas tropicales en fase olfativa, donde predominan la piña y el mango maduros, acompañados de delicados aromas cítricos de lima y pomelo junto a un ligero recuerdo de pera de agua y manzana».

Una cosecha, la de 2017, «que brilla por su fuerza y equilibrio en la boca». «Su fresca acidez, propia de un albariño maduro, está integrada en un conjunto gustativo carnoso, amable, muy vivo y apetecible. Su retronasal manifiesta de nuevo los recuerdos de fruta tropical, con un final de boca muy largo».

Tres nombres, en definitiva, que presumen de premio en la XXX Cata Concurso Rías Baixas Albariño, celebrada en el Salón Bazán del Parador de Cambados el pasado fin de semana.

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