Texto: Redacción [VIGO]
“Porque tenemos que bebernos nuestra tierra, nuestro clima, nuestras variedades, nuestros viticultores, nuestro patrimonio… Por eso recomiendo beber vinos gallegos, todos están muy ricos y sabrosos”. Responde, contundente, a la pregunta Óscar Cidanes, sumiller de De de Tapa en Cepa, uno de los locales del momento en Galicia.
Prácticamente autodidacta, el también campeón gallego de sumilleres 2009, se introdujo en el sector para pagarse los estudios de empresariales y, más tarde, decidió continuar formándose en el arte de la sala. Tras pasar por restaurantes de Londres o Andorra, Cidanes decidió abrir, hace ahora 12 años, De Tapa en Cepa, desde donde propone un menú – maridaje para inspirar a los consumidores en estas fiestas. Entre los grandes protagonistas, por supuesto, los vinos de la comunidad.
Así y a mesa puesta, para ir abriendo boca a lo grande, el experto opta por un espumoso de Rías Baixas, “acompañado de unas buenas anchoas en salazón”. Burbujas que, dice, “darán pie a continuar abriendo unas ostras o unas almejas al natural, que el consumidor podría ir degustando a medida que abre un blanco lexítimo de Betanzos, con ese carácter seco, cítrico; salino”.
“Si el presupuesto lo permite”, Cidanes recomienda “continuar con crustáceos tipo bogavante, cigalas cocidas, armonizados quizás, con un tipo de vino más delicado y menos marcante como una godello de Valdeorras de perfil seco o, incluso, una dona blanca con treixadura de Monterrei”. Ambos, asegura, “ayudarían a resaltar las cualidades del marisco”.
“Después, ¿por qué no?, un cambio de tercio en el menú y, antes de atacar al típico bacalao con coliflor, tomar una sopa de ave calentita…”. “En ese caso, un tinto joven de la Ribeira Sacra sería lo más adecuado para combinar con ambos platos”, apuesta Cidanes, quien al tiempo apunta: “En este caso, no me iría a la mencía, sino a un vino con un alto porcentaje de brancellao, que nos regalará una sensación más rústica y más ágil”.
Y … “Para terminar la parte salada: tal vez, un estofado de jarrete, de pollo de corral o de conejo, que ya, dependiendo de los gustos, irían perfectamente con una frutal mencía con barrica de la Ribeira Sacra o una garnacha cálida y estructurada de Valdeorras”.
Finalmente, llega el gran momento, es el turno de “mazapanes, tartas de almendra, turrones y similares”… Cidanes recomienda, para acompañarlos, “un tostado del Ribeiro con esos recuerdos a frutos secos, a confitados, a dulce de membrillo…”
La despedida perfecta a un menú diseñado para disfrutar de las grandes materias primas gallegas y a propuesta de De Tapa en Cepa, con sobrada experiencia en estos temas y es que, durante el primer semestre del año, el número 18 de la Calle Equador acoge a menudo cenas-maridaje. Una iniciativa que, según valora su impulsor, el propio Cidanes, “funciona bien, con un perfil de cliente inquieto y curioso respecto al mundo vinícola y todo lo que le rodea”.