M.B – Vigo
Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), energías renovables y eficiencia energética, gestión del agua y reducción de residuos. Son los cuatro pilares fundamentales de evaluación para obtener la certificación ‘Wineries for Climate Protection’, la única específica para el sector vitivinícola en materia de sostenibilidad medioambiental y entre las ‘101 mejores iniciativas empresariales’ que la comunidad ‘Por el Clima’ ha presentado en el marco de la COP 25, que hoy se despide en Madrid. Entre la veintena de bodegas que ampara actualmente este sello promovido por la Federación Española del Vino (FEV), se encuentra una elaboradora gallega, la cooperativa arousana Paco&Lola, que entre 2017 y 2018 redujo sobre un 15% de media su impacto en los referidos ejes. Espera rozar el 10% al despedir este 2019 y con respecto a la cifra de 2018.
Así lo apunta Sandra García. Ingeniera Técnica Agrícola y responsable de Calidad y Medio Ambiente de la Bodega Paco&Lola, explica los criterios y procesos que han de cumplirse a la hora de obtener esta certificación: “Lo primero es conocer en profundidad el punto de partida y, a partir de ahí, realizar un diagnóstico y evaluación sobre estos datos de origen, de lo que se trata es de fijar unos objetivos para establecer un plan de reducción de energía, agua y combustibles así como de los diferentes residuos y emisiones generados tanto en el proceso productivo como en todas las instalaciones: plásticos, cartón, vidrio… “La bodega, de hecho, realizó una importante inversión para renovar sus equipos de frío, de filtración y también sus instalaciones eléctricas, luminarias LED, etc. para mejorar esa eficiencia y ahorro energéticos, obteniendo resultados muy positivos de forma prácticamente inmediata”, relata así García y quien hace ya cuatro años se quedó fascinada con la propuesta en una charla organizada por la Federación Española del Vino (FEV) en colaboración con el Ministerio de Agricultura en Madrid. “Es un marco en el que medir y guiar nuestras acciones futuras dentro de un proceso de mejora continua; una forma de responder a lo que la sociedad demanda y un modo de poner en valor las cosas que se están haciendo bien pero también de mejorar las que sean necesarias”, valora para despedirse la técnica sobre una iniciativa que, dice, les “ha ayudado a ir un paso más allá” y cuyo sello están a punto de estrenar en las etiquetas de la nueva añada de todos sus vinos.