Don Bernardino

En la década de los años 50, cuando nadie apostaba por la viticultura en la zona de Amandi, quedando muchas viñas abandonadas, Bernardino Rodríguez siguió con la tradición familiar y mantuvo sus viñedos como los heredara de su padre y este del suyo y así sucesivamente durante generaciones que se pierden en el tiempo.

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Descripción general:

Don Bernardino es una bodega con D.O Ribeira Sacra situada en Sober. En la actualidad, cuenta con dos vinos en su oferta de productos:

Historia:

En la década de los años 50, cuando nadie apostaba por la viticultura en la zona de Amandi, quedando muchas viñas abandonadas, Bernardino Rodríguez siguió con la tradición familiar y mantuvo sus viñedos como los heredara de su padre y este del suyo y así sucesivamente durante generaciones que se pierden en el tiempo.

Con una muy buena visión de futuro, y ya en los años 90, se hizo cargo de la bodega su hijo Emilio Rodríguez , que empezó a elaborar vinos de corte tradicional pero de alta calidad, siguiendo la labor vitivinícola de la familia heredada de sus «Antergos».

Instalaciones:

La bodega está situada en una antigua edificación de piedra, en Sta. Cruz de Brosmos, en el municipio de Sober de la provincia de Lugo. Fue reformada y modernizada en el año 1.999, dotándola de la última tecnología en vinificación.

Desde entonces y hasta la actualidad, se elaboran vinos de gran calidad, debido a su cuidadosa, especial y artesal selección de la materia prima.

En el año 1.997, se elabora el primer «mencia» de la D.O. envejecido en barricas de roble…actualmente, y en años de una cosecha excepcional, se llegan a comercializar unas 15.000 botellas de éste vino.

Viñedo:

Durante todo este tiempo se ha ido renovando y extendiendo el viñedo con la variedad reina de la zona, la Mencia: actualmente, más de 10 hectáreas y otras 5 Ha. controladas, de pequeños viticultores de la zona bajo la dirección de Emilio Rodriguez, lo cual ha permitido llegar a producir unas 60.000 botellas anuales de una calidad excelente.

El talante emprendedor que tuvo el patriarca, Bernardino Rodriguez, que supo transmitir, junto con el secreto de la elaboración de sus vinos, el amor a su tierra, han convertido hoy a esta bodega en una empresa familiar con proyección de futuro.