La bodega Lagar de Cervera, perteneciente al Grupo La Rioja Alta, S.A., consolida su viñedo -el mayor en propiedad de la D.O. Rías Baixas- incorporando 24 nuevas hectáreas a las 75 que ya poseía. Una nueva finca denominada ‘Silvosa’ que ha sido plantada con 13 ha de uva Albariño y que irá destinada en el futuro a la elaboración del monovarietal Lagar de Cervera y al vino del Rosal Pazo de Seoane.
La «intensa labor» para conformar esta «gran finca» se inició hace ya quince años. Desde entonces, la bodega dirigida por Ángel Suárez ha ido adquiriendo pequeñas parcelas de terreno que se han ido agrupando paulatinamente. «Un rastreo intensivo con un arduo trabajo legal para el que han sido necesarios alrededor de 800 matos de distintos propietarios».
Según explicó este jueves el propio Suárez en un acto ante la prensa para presentar la nueva finca, en la que los asistentes pudieron conocer el nuevo viñedo así como el interior de las instalaciones de la bodega o el maridaje entre la gastronomía gallega y riojana que Lagar de Cervera ofrece a sus visitantes como parte de su oferta enoturística, entre otros.
Restos arqueológicos
Las novedades no acaban aquí. Sivosa presume también de interés histórico y es que, antes de iniciar la preparación del terreno para la plantación, hubo que completar un minucioso estudio arqueológico debido a los indicios existentes y documentados de restos romanos de búsqueda de oro en la zona. Unos trabajos que han permitido, además de confirmar la actividad romana de extracción de oro, localizar dos fosas con fragmentos cerámicos y líticos adscribibles al periodo neolítico, hacia el 4.000 a.C.
Hubo, además, «otra sorpresa inesperada», según señala Roberto Frías, Jefe de Viticultura del Grupo La Rioja Alta, S.A., en referencia a los vestigios de un posible viñedo medieval que aparecieron durante los sondeos del estudio. «Quedaba claro» así, asegura Frías «que alguien antes que ellos había detectado ya la idoneidad del lugar para el cultivo de la vid». Un enclave que «ha quedado protegido y sin alterar» y que se habilitará próximamente para el disfrute de los visitantes a este nuevo viñedo.
Sensibilidad medioambiental
Las nuevas 13 ha de viñedo, por su parte, tendrán una densidad de plantación superior a la habitual en la D.O. Rías Baixas con el objetivo de «optar a una mayor calidad reduciendo la producción unitaria por planta» y serán conducidas «en una espaldera compleja que permitirá desarrollar una gran superficie de hojas expuestas al sol y, con ello, garantizar una perfecta maduración». Un tipo de plantación que, además, permitirá optimizar los tratamientos contribuyendo al cuidado medioambiental y produciendo una uva más sana.
La apuesta sostenible de Lagar de Cervera se verá también reforzada en ‘Finca Silvosa’ gracias a una moderna instalación de fertirrigación que «les permitirá aportar agua y nutrientes de forma localizada y a la carta, evitando cualquier riesgo de contaminación del suelo o de las aguas» indica Ángel Suárez. El profundo estudio topográfico de la zona también ha permitido «crear vías de evacuación de aguas de lluvia por lugares estratégicos y la siembra de toda la superficie del terreno con avena con el objeto de reducir al máximo las pérdidas de suelo por erosión».
Esta profunda sensibilidad medioambiental es la razón por la que, además, Lagar de Cervera se ha convertido en la primera compañía gallega en instalar un sistema -denominado Bayer Phytobac- de degradación de efluentes de fitosanitarios procedentes de los restos del lavado de los equipos y maquinarias empleados en sus viñedos, impidiendo así la contaminación del entorno.