Cambados descorchará hasta el domingo más de 50.000 botellas de albariño

La localidad arousana inicia su fiesta con la previsión de que volverá a ser multitudinaria

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*Festa do Albariño 2019 de Cambados. // N. Parga

Cambados inauguró ayer la 67 edición de la Festa do Albariño, la primera que luce el sello de Interés Turístico Internacional. Tanto Concello como Rías Baixas esperan una enorme afluencia de público, dados los antecedentes de los últimos años, lo que también redundará en la venta de vino. El presidente del Consello Regulador, Juan Gil, se muestra cauto a la hora de hacer una estimación de ventas de albariño, pero indica que en otras ediciones se calcula que en las casetas del Paseo da Calzada se descorcharon entre 40.000 y 60.000 botellas. Una cifra que se verá ampliamente superada si se le suma todo el vino que se despacha en los negocios de hostelería y los pubs de la villa.

La fiesta ha arrancado un año más con un lleno absoluto en el Paseo da Calzada, que es donde se disponen las casetas oficiales. El músico Salvador Cores, «Manso», se encargó de leer el pregón, en el que recordó que empezó a tocar siendo un adolescente, y que en una de las primeras orquestas en las que tocó tuvo como compañero a uno de los abuelos de la que hoy es alcaldesa de Cambados, Fátima Abal.

Manifestó que «cuando se bebe un albariño con música se siente que se está bebiendo Cambados», y leyó un curioso bando en clave de humor, en cuyo punto dos se indica que hasta el domingo será obligatorio utilizar albariño hasta para hacer las tortillas. El músico terminó la lectura del bando desde el balcón de la casa consistorial interpretando la «Muiñera da Armenteira» con su acordeón.

Terminada la lectura del pregón, las autoridades procedieron al corte de la cinta inaugural, en el Paseo da Calzada. Fátima Abal estaba acompañada por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y por el conselleiro de Medio Rural, José González. En el transcurso de la protocolaria visita a las casetas de las tres cooperativas vitivinícolas arousanas, la alcaldesa de Cambados se mostró orgullosa y satisfecha de la gran cantidad de público que había asistido a las primeras horas de fiesta.

Carmela Silva elogió el albariño, indicando que, «es el mejor vino blanco del mundo, pero no lo digo yo, lo dicen los premios que obtienen las bodegas», y destacó como muy positivo que haya empresas del sector del vino que empiezan a colaborar en proyectos comunes. El titular de Medio Rural de la Xunta se expresó en términos similares, y destacó la enorme importancia que el sector vitivinícola tiene en la economía gallega. Tanto es así que, según datos de la Xunta, Rías Baixas facturó durante el pasado año unos 128 millones de euros, un tres por ciento más que en 2017.

«Rías Baixas es claramente la Denominación de Origen que más está despuntando en lo que se refiere a facturación e internacionalización», sostiene José González, y recordó que la denominación de origen pontevedresa vende al extranjero una de cada cinco botellas. Por ello, resaltó que «el vino es un elemento central de la producción agroalimentaria de calidad», y avanzó que la Xunta acaba de aprobar un plan para la dinamización económica de los territorios vitivinícolas, que incluirá actuaciones muy enfocadas a potenciar el turismo en dichas comarcas.

Juan Gil, por su parte, dijo que la fiesta de Cambados «es un escaparate maravilloso de nuestros vinos», y que las expectativas para la próxima vendimia son muy buenas, siempre y cuando la meteorología no se tuerza demasiado en agosto.

Pueblo entero en fiestas

Cambados por entero está en fiestas, porque aunque el epicentro de las celebraciones sea A Calzada -donde también hay varios puestos ambulantes de comida, a modo de «food trucks»-, el ambiente festivo ya se nota en toda la localidad.

A mediodía de ayer, mientras los más madrugadores ya compartían las primeras botellas de albariño sobre las mesas redondas dispuestas encima de barriles de madera en A Calzada, y las acompañaban con empanadas, tortillas y platos de marisco, los hosteleros apuraban la puesta a punto de sus negocios, cargando la mercancía en los locales o terminando de montar las terrazas y barras exteriores. La Festa do Albariño es multitudinaria -se ha estimado que en los cinco días pueden visitar Cambados unas 200.000 personas-, y eso también afecta a la circulación por el centro en coche. Si no se va a aparcar muy temprano, lo mejor es dejarlo ya en las fincas de la periferia.

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