Cambados, un sueño para los enoturistas

Cinco claves por las que
 la villa del albariño te va a enamorar (aunque
hay muchas más)

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Quienes ya la han pisado lo saben. Galicia suma paisaje, gastronomía y cultura del vino a raudales como para convertirse en el sueño de todo buen amante del enoturismo.

Entre las múltiples y atractivas opciones que ofrece la comunidad en este ámbito, la villa de Cambados se ha ganado por derecho propio el representar una parada imprescindible tanto por su ubicación, rodeada de cientos de parras de albariño frente al Atlántico en la D.O Rías Baixas, como por las experiencias que ofrece al enoturista.

Conocemos cinco motivos por los que esta villa de vino, agua y piedra te va a enamorar, aunque ya te lo advertimos: hay muchos más. 

Capital del albariño.En pleno corazón de O Salnés, cuna de la D.O Rías Baixas, Cambados forma parte de la Ruta do Viño Rías Baixas y es conocida ya en buena parte del mundo por su Fiesta del Albariño, de Interés Turístico Internacional y que se celebra cada primera semana de agosto. 

Cuna de emblemáticas bodegas. En su entorno se encuentran algunas de las bodegas más conocidas de todo el país, con etiquetas avaladas por los mejores concursos y restaurantes del mundo y donde cualquier excusa es buena para brindar. Desde paseos entre viñedos hasta conciertos en directo con vistas al mar se riegan aquí con el sabor del albariño de la mano de planes inmejorables, muchas veces organizados por las propias bodegas.

Con el maridaje perfecto. Si los blancos de la zona se expresan en esta tierra, la misma en la que nacen, como en ningún otro lado, nos deleitarán todavía más maridados con los afamados pescados y mariscos de la villa marinera, único puerto de Galicia en el que se permite la recolección de vieiras, y en el que zamburiñas, almejas, mejillones y berberechos, por poner sólo algunos ejemplos, son llevados diariamente por los mariscadores de la ría a la Lonja. 

Paisaje, patrimonio, historia.Y siguiendo con el deleite para nuestros sentidos no podemos olvidar la vista, colmada por la belleza de parras verdes y uvas blancas a las que se une el azul del Atlántico, con hasta dos hermosos kilómetros de recorrido frente a él gracias al Paseo de la Calzada y la torre de San Sadurniño, antiguo Faro y emblema de la villa. Vino, agua, y, ahora sí: piedra porque sería imposible hablar de Cambados sin mencionar su casco histórico, uno de los mejor conservados de Galicia y declarado BIC, con la plaza de Fefiñáns o la casa-museo de Ramón Cabanillas entre las visitas imprescindibles.