De Vigo al corazón de Ribera: un viaje a través del terruño y el amor por el vino de Carmelo Rodero

Referente indiscutible de calidad, la bodega presentó sus etiquetas en Vigo con un evento exclusivo en el restaurante Asador Soriano

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Es lo que tiene el buen vino, el vino elaborado desde el amor por una tierraque nos permite viajar con los sentidos. Qué se lo pregunten si no a los 30 asistentes, entre periodistas especializados y prescriptores del Canal Horeca gallegos, que este miércoles tuvieron el privilegio de participar en el exclusivo almuerzo de presentación de los vinos de Carmelo Rodero en Vigo. 

La cita, organizada por Tomás Fernández; distribuidor oficial de la que está considerada como una de las mejores bodegas de Ribera del Duero; empezó a las 14.00 horas en el inmejorable entorno del restaurante Asador Soriano de VigoY allí, frente al Atlántico, bastaron segundos para que el paisaje, el clima y las sensaciones empezasen a cambiar. 

Clima, suelo, paisaje: terruño

Copa en mano, y con quienes mejor conocen estos vinos —el fundador de la bodega, Carmelo Rodero, y su hija y enóloga, Beatriz Rodero— como inmejorables maestros de ceremonias, los asistentes se trasladaron hasta el terruño de Pedrosa de Duero, provincia de Burgos y pleno corazón de una de las D.O más prestigiosas de nuestro país. 

Se acercaron así a la diversidad geográfica de sus viñedos de tempranillo, cabernet sauvignon y merlot170 hectáreas que se reparten en varios pagos seleccionados a una altitud de 890 metros sobre el nivel del mar; y sintieron su clima continental extremo; y pisaron sus suelos arcilloso-calizos. 

Un tributo al origen 

“Siempre me gustó el campo y hoy soy una persona feliz por dos razones: tengo una familia maravillosa y una de las mayores plantaciones de todo Ribera del Duero. Llevamos 32 años y vamos a seguir demostrándoos que podéis confiar en nosotros”

Carmelo Rodero

Solo de ese modo, solo conociendo el cuidado y el enfoque específico con el que Carmelo Rodero gestiona cada parcela propia desde el respeto máximo por el entorno natural, puede entenderse en toda su dimensión el perfil único de los vinos de la bodega, un auténtico tributo a su lugar de origen. 

Elaboraciones que, en cata, daban la razón a Carmelo cuando comentaba que “en esta vida, no hay nada como hacer lo que a uno le gusta”Cercano, humilde y familiar, no pudo disimular la pasión por el vino que ha sabido mantener viva durante décadas. 

Buenos vinos, grandes historias

Si de algo nos habla un buen vino, además de materia prima, paisaje y saber hacer, es también de grandes historias, historias escritas con tinta de uva como la que, un día de 1991, movió a Carmelo a ponerla en marcha. De sus orígenes empacando paja, de su abuelo Agapito y también de sus nietas habló durante una intervención en la que hipnotizó a los presentes. 

“Siempre me gustó el campo y hoy soy una persona feliz por dos razones: tengo una familia maravillosa y una de las mayores plantaciones de todo Ribera del Duero. Llevamos 32 años y vamos a seguir demostrándoos que podéis confiar en nosotros”, concluyó. 

“Creo que el mayor legado que te pueden dejar tus padres es saber valorar lo que cuesta sacar un proyecto adelante; y que el mejor secreto para medir el éxito de un vino es que una botella compartida entre dos no llegue a los postres”

Beatriz Rodero

Tres décadas en la que ha sabido convertirse en un referente de calidad de la Denominación de Origen Ribera del Duero y transmitir ese legado a su ya segunda generación: Beatriz y María Rodero, quienes perpetúan la misión de extraer el fruto más genuino de este terruño, con resultados avalados por las mejores publicaciones del país como la Guía de Vinos Gourmets 2025 y Guía Proensa 2025.

“Creo que el mayor legado que te pueden dejar tus padres es saber valorar lo que cuestan las cosas; lo que cuesta sacar los proyectos adelante”, le cogió el testigo Beatriz Rodero. La nariz que hace posible los vinos de la bodega apuntó a la materia prima como el mejor secreto de su receta —“Lo primero que queremos que perciba un consumidor cuando abre una de nuestras botellas es la fruta y la variedad”— y desveló, también, entre la complicidad de los presentes la mejor medida  del éxito de un vino: “Que una botella compartida entre dos no llegue a los postres”.

Carmelo Rodero Raza, un vino que llega “para dejar huella”

Y, así, entre risas, anécdotas e historia de vida, ambos condujeron a los periodistas y prescriptores presentes a través de un viaje en el que, de la complejidad, armonía y fruta fresca de Carmelo Rodero Crianza, un vino “disfrutón y alegre”, en palabras de la propia Beatriz; pudieron pasar a la identidad, el carácter y la personalidad de Raza, la nueva marca de la bodega y el vino más esperado del evento. 

Este 100% tempranillo, fresco y balsámico, ha sido elaborado con uvas de viñedos de las cinco pedanías que componen Pedrosa del Duero, algunos con 50 y hasta 70 años de edad, “auténticas perlas negras, que es como a nosotros nos gusta llamar a nuestros racimos”. 

Una propuesta que, prosiguió la enóloga, responde a la intención de la bodega de elaborar vinos afrutados y redondos, pero con cuerpo y volumen, vinos que, en definitiva, dejen huella: “Este Carmelo Rodero Raza dejará huella a día de hoy y con el paso del tiempo”. 

A continuación, siguió la singularidad, autenticidad y carácter de Pago de Valtarreña, elaborado con las uvas de una parcela de más de 70 años de edad y la referencia con más tiempo de crianza de todo el portfolio de la bodega, que dejó paso, ya en los postres, a la extraordinaria personalidad de TSM, sin duda alguna el vino más diferente de Carmelo Rodero. 

Para los mejores momentos 

La clave de la calidad de los vinos de Carmelo Rodero es la combinación ganadora entre el terruño y la mano de la enóloga de la familia, Beatriz Rodero, que extrae su esencia con acierto y la traslada a los vinos de Bodegas Carmelo Rodero. Elaboraciones como las presentadas, pensadas para que disfrutar de los mejores momentos: 

Carmelo Rodero Crianza

Elegido ‘Mejor Tinto con Crianza’ en la Guía de Vinos Gourmets 2025. Este vino presenta un atractivo color rojo cereza con delicados tonos rubí. En nariz ofrece una armoniosa combinación de notas afrutadas de la uva tempranillo, complementadas por los elegantes matices de su crianza en barrica. En boca es goloso, de cuerpo medio y taninos dulces, culminando en un posgusto largo y persistente que deja una impresión duradera

Raza

Las uvas para elaborar este vino provienen de pedanías de Pedrosa de Duero con sus cinco singularidades propias. En nariz, revela un notable potencial de fruta muy madura y fresca, en donde destacan profundos aromas de frutos negros, acompañados de un sutil toque especiado que aporta una elegante y refinada complejidad. En boca, es deliciosamente dulce, con una densidad adecuada y un equilibrio perfecto. Su textura envolvente culmina en un retrogusto persistente, dejando una impresión duradera y sofisticada.

Pago de Valtarreña

Este vino pertenece al viñedo que lleva su mismo nombre, un viñedo del clon familiar de tempranillo. Presenta un atractivo color cereza, nítido y brillante. Este vino en nariz, despliega una sinfonía de aromas intensos y agradables, donde las notas de frutas negras maduras se entrelazan con recuerdos tostados de cuero y café. Al profundizar, se revelan especiados de gran intensidad y persistencia. En boca, se muestra carnoso y aterciopelado, estructurado y fresco, con un equilibrio sublime que invita a cada sorbo.

TSM

Ensamblaje de uvas de tempranillo al 75 por ciento, con un 15 merlot y otro 10 de cabernet sauvignon con el objetivo de mostrar no sólo el carácter de la tempranillo de Ribera del Duero, sino también de las otras dos variedades. Con un intenso matiz granate. En nariz, despliega una personalidad extraordinaria con aromas de frutas negras maduras, notas especiadas y sutiles toques balsámicos. Los aromas propios de una cuidadosa crianza se entrelazan en una combinación armoniosa y profunda. En boca, se muestra corpulento y equilibrado, culminando en un posgusto prolongado y persistente que deja un recuerdo grato y duradero. 

Un menú a la altura

Durante el almuerzo, no faltó un maridaje a la altura, con un menú de cuatro platos elaborado por Asador Soriano para la ocasión con centolla de la Ría y camaronespuré de yuca, huevo poché, torreznos y trufajudiones de la granja con perdiz estofada y trufa; y chuletón de vaca asada de rubia gallega; además de brownie de chocolate con helado de vainilla.  

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