Texto: M.B Vigo
En las mesas de hogares y restaurantes o envueltas en papel bajo el árbol, las elaboraciones gallegas presumen estos días como las protagonistas que son. Las vacaciones de Navidad suponen una de las épocas más importantes del año para el sector a nivel comercial y, eso, se siente en la calle pero también en las bodegas.
“Claro que se notan las fechas en las ventas. En los vinos blancos de calidad, como los de Rías Baixas, hay dos momentos muy potentes: la campaña de verano y esta, muy vinculada a las celebraciones. Salimos mucho y, por supuesto, asistimos a comidas y cenas tradicionales, en las que, al igual que somos exigentes con el plato, también así con los vinos”.
María Garrido, directora de Marketing y comercial de Bodegas Martín Códax, atiende el teléfono el día de la comida de Navidad de la cooperativa de Cambados, en la que más de un centenar de personas se sentarán a la mesa. Un equipo que estos días redobla esfuerzos en ámbitos clave como el logístico para llegar a tiempo, y a todo.
“Este es el momento en el que no puedes fallar a distribuidores y clientes, son fechas comprometidas y eso se suma a un incremento de las ventas muy fuerte”. El ambiente es entonces “frenético”, se ríe Garrido, pero también divertido: “todos estamos contentos porque somos conscientes de los resultados de todo el año, de que el esfuerzo compensa”.
En concreto, este 2018, además, “se siente con mucha alegría, es una Navidad con muy buena tendencia y en la que el obsequio ha destacado especialmente”. Un contexto en el que funcionan muy bien los productos premium y los espumosos. También el Enoturismo, campo en el que el gallego que vive fuera se convierte en el principal cliente de estos días.
Packagings específicos para la campaña, promociones especiales en el e-commerce, mensajes personalizados, ofertas, vídeos recopilatorios, concursos, menús-maridaje, campañas de comunicación específicas… Así las cosas, todo parece poco para llamar la atención del consumidor estos días.
También en el caso de los pequeños elaboradores como el colleiteiro de O Ribeiro Eloi Lorenzo, que habla de la recta final del mejor trimestre del año para su bodega. Hasta un 40% de su facturación en España se va en estas fechas, según explica para apuntar a un 80% en el caso concreto de la ventas online. Días en los que la bodega se dedica casi exclusivamente a la labor comercial: cierre de ventas, atención de pedidos, etiquetado… Y en la que la labor de comunicación se vuelve también más activa, con distintas propuestas en redes sociales.