Texto – P.F.V.
Que los atractivos del vitivinícola autonómico traspasaron hace ya tiempo las fronteras de la comunidad es algo de lo que no le cabe duda a Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas, entre las primeras familias bodegueras de renombre del país que decidió apostar por las posibilidades de los vinos de la D.O. Rías Baixas. Lo hizo desde el respeto a la tipicidad de la zona y de la mano de un proyecto tan singular e histórico como el Pazo de San Mauro. No en vano la pasión por el vino y el respeto a la tierra se han situado siempre en el centro de la filosofía del grupo familiar, oriundo de Rioja y actualmente entre las marcas más reconocidas del país.
Desde 1840
“Recuerdo la expresión de mi padre, aquel brillo en sus ojos cuando hablaba con ilusión desbordada de su propia bodega, un sueño que tenía en mente desde hacía años. Mis hermanos y yo no le podíamos defraudar”, describe así D. Pelayo de la Mata, líder del grupo, el inicio de una andadura cuya historia se remonta hasta el año 1840. Una larga tradición familiar que hoy abandera la calidad del sector en España, con nombres de la talla de Marqués de Vargas Reserva, Marques de Vargas Gran Reserva, Selección Privada y Hacienda Pradolagar. Cuatro referencias embotelladas sin tratamientos, clarificaciones ni filtraciones y de producción limitada que son así la mejor carta de presentación del grupo.
Vinos de finca
Vinos de finca, tintos nobles de Rioja, grandes crianzas, que nacen de la selección de las mejores uvas de la bodega. “El sabor del esfuerzo”, en definitiva y tal y como ellos mismos lo definen.
Se habla aquí de tintos equilibrados, especialmente indicados para envejecer en barrica, con cuerpo y acidez total elevada que nacen en pleno corazón de la Rioja Alta, una situación privilegiada para el cultivo de la vid por su clima continental extremado de influencia atlántica y una topografía suave de suelos arcilloso-calcáreos.
Parcelas excelentes
Así es, en Grupo Marqués de Vargas saben bien que ninguno de sus múltiples éxitos habrían sido posibles sin la calidad de sus uvas, en el centro de atención de los más diversos cuidados y llevados a cabo desde el más profundo de los respetos. Una labor que el pasado agosto les fue reconocida con creces: Hasta el 22% de sus viñedos fueron distinguidos con la denominación de ‘Viñedo Singular’ por parte del Ministerio de Agricultura. Una calificación que garantiza su cualidad de ‘Excelente’ gracias a las características extraordinarias de sus parcelas, lo diferencial de su proceso de producción y elaboración y el respeto por el tradicional proceso de vendimia manual.
“Podemos sentirnos tremendamente orgullosos por haber sido pioneros, una vez más, en la obtención de este reconocimiento que ensalza la excelencia histórica de nuestra tierra”, puso de relieve Don Pelayo de la Mata, Marqués de Vargas, la importancia de este reconocimiento.
La espera merecerá la pena
En las parcelas de Marqués de Vargas calificadas como Viñedo Singular, las cepas tienen una edad de entre 40 y 50 años. Las vides se encuentran perfectamente aclimatadas al terruño y son capaces de reflejar las características de este en los vinos, que se elaboran exclusivamente con uvas de las citadas parcelas, con rendimientos inferiores a los 4.500 kg/hectárea. Estas parcelas están plantadas únicamente con las variedades de uva tinta tradicionales de Rioja, tempranillo, mazuelo, garnacha, graciano y maturana. De las parcelas calificadas como Viñedo Singular provienen los icónicos vinos Marqués de Vargas Selección Privada y Hacienda Pradolagar.
En el parque de barricas de Bodegas y Viñedos Marqués de Vargas descansa ya la cosecha del 2017, de la que saldrán los primeros vinos etiquetados con el distintivo de Viñedo Singular. Será necesario esperar todavía algunos años para catar estos vinos singulares, pero con toda seguridad, la espera merecerá la pena.