La Denominación de Origen Rías Baixas empieza a hacer balance de una vendimia que toca a su fin con 32 millones de kilos de uva recogidos, un 17% menos que en la cosecha 2018. La realidad ha empeorado así las previsiones iniciales, que apuntaban en junio a perdidas del 6%.
Según explica el director técnico del Consejo Regulador, Agustín Lago, si ya en julio se estimaba que los racimos fuesen más pequeños y menos pesados, la falta de lluvias en agosto motivó que los mismos pesasen todavía menos de lo previsto, provocando que los kilos de uva descendiesen aún más.
Así lo recoge el sello en una nota de prensa en la que, eso sí, se habla de la gran calidad del fruto, que promete dar lugar a una añada muy aromática. Así es, la campaña se ha desarrollado de forma tranquila y a buen ritmo en un viñedo con buen estado sanitario y vegetativo. El resultado, una uva sana y buenas graduaciones.
La mayor parte de las bodegas del sello echaron el cierre ya el pasado fin de semana a la recogida de la uva, que se alargó hasta estos días por las variedades tintas, de maduración más tardía y que representarán en torno al 0,80% de la producción total de la cosecha, según estima el sello en línea con 2018.
Entre las curiosidades de la vendimia 2019 en Rías Baixas, se encuentra el hecho de que las bodegas de la subzona de O Salnés terminasen más pronto que el resto de subzonas, incluso de aquellas que fueron más madrugadores y tienen por costumbre finalizar antes.
Una vendimia a mano
25 auditores-veedores son los responsables de velar por el buen desarrollo de esta vendimia 2019, así como por el cumplimiento del pliego de condiciones. En él se recoge que la cosecha en Rías Baixas se realiza toda a mano y en cajas normalizadas con 20 kg. de capacidad.
En la actualidad, este Consejo Regulador cuenta con 177 bodegas inscritas. La superficie de esta Denominación de Origen abarca 4.053 hectáreas repartidas entre 21.877 parcelas en las que trabajan 5.177 viticultores.