Porque su padre tenía uno de los dos pequeños tractores que había en todo el municipio allá por la década de los 60 y porque los vecinos insistieron en que este se lo prestase para el gran desfile, le tocó a Moncho Rodríguez (1960, Beariz) ponerse el «traje de marinero» a la tierna edad de cinco años y lucirse ante todo el pueblo fingiendo conducir el que, en todavía época de carros de labranza, se erigía como un impresionante vehículo agrícola.
Ha pasado ya más de medio siglo desde esta estampa, en la que Rodríguez, viticultor de profesión, protagonizó por primera vez una de las carrozas de la Fiesta de la Vendimia de Leiro. La cita, «no hay como esta otra igual en toda la comunidad», nació en el año 63 por iniciativa del Concello, con el entonces alcalde de Leiro y hoy propietario de Vilerma Arsenio Paz a la cabeza, y su razón de ser parece permanecer todavía intacta en nuestros días:
«El espíritu de la fiesta persigue exaltar el trabajo del vitivinicultor; de esa persona que, a lo largo de los 365 días del año, cuida con esmero tanto sus cepas como la elaboración de sus vinos para dar lugar a las cada día más afamadas referencias de O Ribeiro». Lo cuenta el actual regidor del municipio, Francisco José Fernández, quien, a su vez, lleva ya más de 20 años al frente de la organización de la celebración.
Explica al otro lado del teléfono que empieza a ponerse nervioso cuando la gran fecha se aproxima. Quiere que todo salga bien y hay mucho de lo que ocuparse: Desde el pregón, que este año correrá a cargo del actor y cómico Marcos Pereiro, conocido por su papel en Mucha e Nucha, hasta el tradicional Xantar, pasando por el mercado artesanal, las actividades infantiles o los conciertos. Todo ello sin olvidar, por supuesto, el desfile de carrozas.
Ellas representan uno de los grandes atractivos de la cita. Son, de hecho y al lado del «ambiente de paz, tranquilidad y camaradería que se respira en el pueblo», lo que más gusta a Fernández de la celebración, que contará con la «I Mostra dos Viños de Leiro» como principal novedad este 2018.
«Una vez empieza la fiesta, veo que el esfuerzo merece la pena, compensa totalmente», dice el alcalde para pasar a valorar el trabajo de los habitantes del municipio, quienes, insiste, se vuelcan también con el gran día: «Sin ellos, sería imposible hacerlo».
Así es. Cada último domingo de agosto y desde hace ya 28 ediciones, los vecinos de Leiro inundan las calles con carrozas y disfraces hechos por ellos mismos para representar la vendimia ante unas 5.000 personas.
Hay, incluso, quien se anima a elaborar en directo sobre las cuatro ruedas. Es el caso de Moncho, que este año promete cambiar el traje de marinero por el disfraz de cepa para destilar aguardiente durante el desfile. Ha participado ya en tantas Fiestas de la Vendimia desde aquel verano de los 60 que, cada año, le resulta inevitablemente más difícil superarse a sí mismo.
En una ocasión, llegó a hacer «tostado», una de las elaboraciones más especiales de O Ribeiro, «prensandolo de verdad». «Todo el mundo se acercaba para pedirme que le echase un poquito» se ríe al recordar Rodríguez y responde a si la tradición continuará: «Ay, Ojalá».
«Ahora ya vamos viejos y hay que ir frenando», dice aunque parece no estar muy convencido de ello y vuelve a recordar, orgulloso: «Cuando mis hijos aún vivían en casa, me ayudaban a prepararlo todo. Juntos, y al lado de la Asociación de Vecinos de Os Carrís, éramos el centro del espectáculo».
«Ahora es más problemático porque al tener cada uno su familia?» continúa Moncho, pero, aunque sus hijos ya no construyen con él las carrozas, sí asisten cada año a esta fiesta que, además de celebrar la llegada de la cosecha, supone también una buena excusa para el reencuentro: «Viene mucha gente que está fuera, aprovechando sus vacaciones».
Y el reencuentro, al que está invitado todo el mundo, tendrá lugar un año más este domingo en Leiro con un programa en el que, a la bienvenida de autoridades a las 11.30 horas, le seguirá, media hora más tarde, la lectura del pregón en la Praza do Cruceiro, a cargo de Marcos Pereiro. A las 12.30, el desfile de carrozas y charangas iniciará su recorrido desde la calle Gabino Bugallal hasta el campo de la feria y a las 14.00 horas, por su parte, empezarán las actividades en O Salgueiral, con un mercado artesanal y la «I Mostra dos Viños de Leiro» para dejar paso, a las 14.30, al «Xantar popular».
Ya por la tarde, se anunciarán, como cada año y a las 16.30, a los ganadores del concurso de carrozas, con actividades infantiles y fiesta en O Salgueiral. Llegada la noche, la cita se despedirá con el concierto, a las 20.00 horas, de «Corais de Vendima».
Puede que los tractores no sean ya ninguna novedad en Leiro pero la Fiesta continúa siendo motivo de ilusión para Moncho y todos sus vecinos: «Hombre claro». Porque, dice, «aparte del desfile y la fiesta en sí, significa que las uvas ya están maduras».
Se avecina la vendimia y, con ella, el fruto del trabajo de todo un año. Pese a que las primeras previsiones indican que este año llegará más tarde lo habitual a los viñedos de la Denominación de Origen más Antigua de Galicia, Rodríguez, ya lo ha dicho, intentará recibirla vestido de cepa y destilando aguardiente.
La cosa promete.