Texto: agencias
La bodega con D.O. Rías Baixas Mar de Frades (Grupo Zamora) invertirá cuatro millones de euros entre 2017 y 2025 sólo en el área de viticultura para ampliar el aprovisionamiento de uva -con nuevos terrenos y viñedos- y seguir creciendo en los mercados, según ha avanzado su directora técnica y gerente, Paula Fandiño, la mañana de este miércoles, 11 de octubre.
En una entrevista con Efeagro, la enóloga, una de las diez mejores de España según la revista británica Drink Business 2016, ha recordado que la bodega de Meis ya adquirió el ejercicio pasado 30 hectáreas de viñedos repartidos en tres parcelas dentro de la cuna del albariño.
Fandiño ha especificado que ahora, en 2017, la compañía, una de las cinco que más factura en Rías Baixas, ha comprado 20 hectáreas de tierra más para plantar albariño, aunque también sopesan «experimentar» y elaborar vinos con otras variedades gallegas como la «godello».
Preguntada por el período de vendimia, Fandiño ha apuntado que, a diferencia de lo ocurrido en otros territorios españoles, en Mar de Frades y la DO Rías Baixas han sido «muy afortunados» ya que su situación geográfica, cercana al mar, les ha librado de inclemencias meteorológicas como las heladas del pasado abril.
UNA MUY BUENA VENDIMIA
Según ha explicado la enóloga, Mar de Frades ha finalizado así ya una «muy buena vendimia tanto en cantidad», al lograr algo menos del millón de kilos de uva, un 20 % más respecto a la vendimia de 2016; como en «calidad», la cual ha sido «óptima».
Mar de Frades cuenta, en la actualidad, con 58 hectáreas de viñedo propio y 127 hectáreas de viñedo controlado, y colabora con más de 150 viticultores con los que se trabaja para obtener la mejor uva.
ADAPTARSE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Finalmente, Fandiño ha opinado que el cambio climático «es una realidad» que también está afectando a Rías Baixas y a toda Galicia. La región, ha dicho, sufre una fuerte sequía que no había sufrido antes.
En esta línea, ha explicado que Mar de Frades ya se está adaptando para paliar sus efectos, con la puesta en marcha de balsas para almacenar agua y sistemas de riego para los viñedos e incluso eligiendo zonas «más al norte» de la D.O., con más precipitaciones, para sus plantaciones.