*Foto: Viñedos de San Tomé, Cambados, en la desembocadura del Umia en la Ría de Arousa. // Cedida
Con más de 2.500 parcelas distribuidas a lo largo de todo el valle de O Salnés y conscientes de que su éxito reside en la suma del esfuerzo de muchos pequeños viticultores, en Bodegas Martín Códax, Cambados, llevan años investigando la diversidad de la subzona, con especial énfasis en la relación entre sus viñedos y el mar y desde todos los puntos de vista: proximidad, altitud, orientación… La conclusión no podría haber sido otra:“Durante todo este tiempo, hemos descubierto cosas maravillosas y nos hemos ido dando cuenta de que aquello que en principio podría parecer una debilidad es, en realidad, nuestro aliado más potente”, explica Juan Vázquez Gancedo, director general de la bodega, la razón de ser de Martín Códax Arousa.
Así es, tras 18 meses de crianza sobre sus propias lías, este 100% albariño llega ahora al mercado para reivindicar, precisamente, la diversidad de O Salnés como la gran bandera de la subzona que es, en pleno corazón de la Denominación de Origen Rías Baixas. Un blanco que nace de la mezcla de parcelas en San Tomé, Cambados, y que promete un viaje a la desembocadura del Umia en la ría de Arousa a través de cada copa. “Un vino ante todo diferente”, describe Gancedo, “que destaca por su marcado carácter salino, yodado y atlántico; con aromas que recuerdan mucho a plantas típicas del litoral de Galicia como la salicornia o el hinojo de mar, tan de moda actualmente en la alta cocina”.
“Los viñedos cultivados por viticultores de larga tradición marinera y pesquera; la mezcla de aguas dulce y salada; por un lado, la desembocadura del Umia y, por el otro el mar, el Atlántico entrando con toda su fuerza; el puente del Umia, la Isla de la Toja, la frescura de las mañanas y el salto térmico entre el día y la noche, todo ello sumado a los suelos, predominantemente graníticos y con una gran riqueza de nutrientes. Esta pequeña península recoge lo mejor de la esencia de O Salnés y lo potencia, un lugar maravilloso, brutal”, explica Gancedo, que se dirige a los lectores: “Ojalá lo estuvieseis viendo ahora mismo en directo”. Para eso nace Martín Códax Arousa, ni más ni menos que el deseo de la bodega de capturar el entorno de San Tomé en una botella.
Lo han conseguido de la mano de un 100% albariño de color amarillo pajizo con reflejos verdosos e intensidad media – alta en nariz, con notas cítricas, salinas y yodadas; de algas y marea baja; así como notas balsámicas y de hierbas aromáticas como el limón, el laurel y la pimienta blanca. En boca: intenso, con mucho nervio, sabroso, muy largo… Vuelven las notas cítricas y yodadas en retronasal. Un blanco que destaca también por persistente y profundo.
“Mientras bebes una copa de este vino, viajas al entorno en el que nace, vives en primera persona todo lo que le rodea”, celebra Gancedo, que adelanta tras años de trabajo para lograrlo: “Los resultados obtenidos con Martín Códax Arousa nos animan a apostar por nuevos proyectos y elaboraciones”.
Un vino que se sabe orgulloso de su origen, la cuna del albariño en todo el mundo y donde se expresa como en ningún otro lugar; que hace honor a su nombre, un vino que ha nacido para ser y es Arousa.