El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro reunió este martes, 29 de agosto, a las 15 personas contratadas como inspectores para ejercer las labores técnicas de control de entrega de uvas en las bodegas para esta vendimia 2017. Un número que se irá incrementando progresivamente hasta 20 a medida que aumenten las necesidades durante el proceso de recolección y entrega de la uva en las bodegas.
Según ha informado el C.R.D.O. en nota de prensa, los inspectores se repartirán entre las bodegas de la Denominación para supervisar la entrada de uva en las bodegas y controlar la calidad y la variedad, así como el origen de la uva. Además, se realizarán aforos en las bodegas y todo tipo de controles que se consideren oportunos.
Durante la reunión, la directora técnica del C.R.D.O., Nuria Álvarez, explicó las normas de vendimia donde se especifican las funciones de control y vigilancia en bodegas y viñedos. A mayores, se formó a los veedores en la identificación de variedades y en la utilización del programa específico para la entrada de uva.
Asimismo, el recién estrenado como presidente del Consejo Regulador, Juan Manuel Casares, agradeció a los técnicos su participación en esta campaña y les recordó que ellos serán durante unas semanas responsables del cumplimiento de una de las funciones principales de un Consejo Regulador, la de garantizar el origen y la calidad de la uva.
INICIO DE VENDIMIA
Actualmente hay 32 bodegas inmersas en el proceso de recolección de uva en O Ribeiro, un número que aumentará sustancialmente en los próximos
dos días atendiendo a las recomendaciones técnicas del propio Consejo Regulador, quien ha aconsejado vendimiar lo antes posible para minimizar las consecuencias derivadas de la granizada acaecida el pasado domingo.
Un episodio que ha afectado a la Denominación de Origen de modo heterogéneo, produciendo un mayor impacto en los concellos de Beade, Castrelo de Miño y Cenlle y
sobre todo en aquellos viñedos que presentaban una mayor exposición de sus vides, ya que
actualmente se encontraban deshojadas y dejaban sus racimos al descubierto.
La finalidad de adelantar la vendimia es evitar en el mayor grado posible las mermas en la cosecha a causa de la posible podredumbre en los racimos y otras enfermedades como la botrytis.