Texto: M.B. – Vigo
Fue corredor de fondo durante mucho tiempo y quizás sea por ello que pueda definirse a sí mismo y sin temor a equivocarse con un niño cuando está a punto de cumplir 72 años. Jefe de servicio de Análisis Clínicos del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca durante cuatro décadas, Pedro Martínez Pad (Murcia, 1948) decidió emprender en el mundo del vino cuando le llegó la edad de la jubilación: “Como soy un culo inquieto…”. El propietario de Bodegas Baigorri, en Rioja, y Granbazán, en Rías Baixas, desglosa datos e ideas e insinúa nuevos proyectos con entusiasmo a lo largo de una conversación telefónica en la que no deja de ensalzar a Galicia, sus paisajes, sus gentes y sus vinos. Tanto es así que, dejar caer, se plantea iniciar pronto nuevos proyectos en la comunidad. El dónde, el cómo y el cuándo están aún por ver.
De no lo que no cabe duda ya es de que su primera y, de momento, única apuesta gallega, Bodegas Granbazán, continúa consolidándose como una referencia del panorama nacional: su blanco tranquilo Granbazán Etiqueta Ámbar acaba de erigirse entre los 25 ‘Gran Bacchus de Oro’ otorgados por la Unión Española de Catadores en la edición 2020 del prestigioso concurso, considerado por muchos el más importante de cuantos se celebran en España y el único avalado por la OIV en nuestro país.
Del sector de la salud al vitivinícola
“Estamos muy contentos, es un escalón más en nuestro objetivo de convertirnos en una referencia mundial del albariño”, recibe el galardón Martínez para pasar a ensalzar el esfuerzo y la formación del equipo de la bodega, abanderado por los enólogos Diego Ríos, con amplia experiencia en el valle del Mosela, y Pepe Rodríguez y su hijo: “Los tres son grandes profesionales, se entienden a las mil maravillas y vamos a hacer muchas más cosas”, apunta Martínez, a quien preguntamos por cómo llega un profesional de la salud a convertirse en bodeguero: “A los 65 años, me llegó la jubilación y como soy un culo inquieto… Leer sobre perros y vino eran las dos cosas que más me relajaban cuando estaba a pleno rendimiento y ahora me encuentro con tres clínicas veterinarias y dos bodegas”, se ríe el empresario.
«La albariño no tiene nada que envidiar a las referencias mundiales»
Tras adquirir Baigorri en el año 2007 y convertirla en una de las firmas de referencia de Rioja, con una producción actual de 700.000 botellas, decidió aventurarse en Galicia: “Empezábamos a destacar en tintos y me dije: ‘Pues ahora necesitamos hacer lo mismo pero con los blancos’ así que me puse a buscar y llegué a la conclusión de que para hacer un buen vino blanco, te tienes que ir a Galicia, es la mejor zona del país por sus suelos ácidos; su clima, con menos horas de sol; y una uva, la uva albariño, que no nada tiene que envidiar a la grandes referencias mundiales… Y en eso es en lo que estamos, y lo vamos a conseguir: convertirnos en una referencia”, dice y pasa a alabar al resto de bodegueros de Rías Baixas, de quienes cuenta que ha “aprendido muchísimo”, y también al Consejo Regulador: “Tanto yo como el resto de la familia estamos tan contentos que es muy probable que pronto hagamos una nueva inversión en en Galicia”, concluye sobre una tierra que ya conoce bien y es que la visita al menos una vez al mes: “… Y yo feliz”.