Rías Baixas cosechará en la vendimia del próximo septiembre 36,6 millones de kilogramos de uva, lo que supone un 5,2% menos que en la de 2018, según se estima en un informe del Órgano de Control y Certificación de la propia Denominación de Origen.
El documento, redactado en base a los datos estimados por los técnicos de campo de las empresas durante la primera quincena de julio, detalla que «la reducción prevista en la cosecha de este año se debe, principalmente, a las condiciones meteorológicas que incidieron en el estado fenológico de las plantas durante la fase de floración«.
Además, «factores como el viento y el granizo ocasionaron también mermas directas en los racimos y rotura de pámpanos». En este sentido, los técnicos apuntan que «las subzonas más afectadas por el granizo fueron Condado do Tea y O Rosal».
El informe, cuyas conclusiones han sido compartidas por el C.R.D.O. en nota de prensa este lunes, resalta también «que las mermas de producción son más generalizadas en viñedos viejos que jóvenes y que no son reseñables los daños por plagas y enfermedades como la botritis, mildiu y oidio».
Diez días de adelanto
En lo que respecta a los tiempos y en términos generales, por su parte, el documento señala que el ciclo de la cosecha 2019 en Rías Baixas se presenta con “un adelanto fenológico de 10-12 días, por lo que se preve el inicio de la vendimia para principios de septiembre”. A esta situación se llega tras “un invierno cálido y seco, seguido de una primavera cálida y, en su conjunto, normal en cuanto a precipitaciones. Cabe destacar que el mes de junio resultó frío y muy húmedo”.
El Informe de Estimación de Cosecha 2019 examina fundamentalmente la información proporcionada por los técnicos de campo de las bodegas y las empresas de servicios agrarios, cuyas observaciones y datos aportados en las encuestas, realizadas a mediados de julio, se someten a un análisis detallado y a un procesamiento estadístico. Finalmente, los resultados obtenidos se ponderan en función de la superficie supervisada por cada técnico para contar, de este modo, con criterios unificados. Además, y como tarea de refuerzo y garantía, el personal de los servicios técnicos del Órgano de Control del Consejo Regulador, junto a alguno de los técnicos asesores de campo, se desplazan a las distintas subzonas de la Denominación de Origen para efectuar muestreos de los viñedos y pesaje de racimos. De este modo, buscan corroborar la situación real sobre el terreno.
Para redactar este documento, el Departamento Técnico del Consejo Regulador ha supervisado el 45,9% de las 4.045 hectáreas de superficie productiva de la denominación.