“Rías Baixas es el futuro en tintos”

Granbazán conmemora los 40 años de Finca Tremoedo con el blanco Veigalobos 2018: “Estamos ilusionadísimos”, valora el director del grupo riojano, que mira también a Valdeorras

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Foto: Pedro Martínez, durante la presentación de Veigalobos 2018 con motivo del 40 Aniversario de Finca Tremoedo. / Noé Parga

Texto: B.C

Los ya emblemáticos azulejos de color azul del Château que la preside, y aún más los reconocimientos internacionales de las elaboraciones que nacen al amparo de sus parras, han convertido a la finca Tremoedo en un emblema indiscutible de las Rías Baixas en pleno corazón de Arousa. Este 2021, cumple 40 años y lo celebra con el lanzamiento de una nueva propuesta que promete sorpresas a los amantes de los blancos gallegos: Veigalobos 2018, de producción limitada a 2667 botellas y elaborado con las mejoras uvas de la bodega, se trata de un albariño que nace del amor por la esencia de Rías Baixas y la ilusión por seguir haciendo cosas nuevas: “Para gente con hambre, con ganas, con ilusión, y de la convicción de que el éxito es una escalera sin fin en la que siempre hay que seguir mirando hacia arriba; porque estamos muy contentos y muy felices”, describe Pedro Martínez, propietario de Bodegas Baigorri, en Rioja, y desde hace ya tres años también de Granbazán, en la D.O. Rías Baixas, una zona por la que no oculta su pasión: “Hablar de blancos españoles de referencia es hablar de los gallegos y solo podemos dar gracias por la extraordinaria acogida que hemos tenido en una zona en la que se están haciendo las cosas muy bien; que triunfa en mercados tan exigentes como el estadounidense y que compite ya en calidad y fama con el Chardonnay”, comenta Martínez antes de alabar al terroir autonómico una vez más: “El suelo, el clima, las variedades… y los extraordinarios profesionales de Galicia hacen de ella una zona con un potencial extraordinario, referencia con el albariño y la godello”, comenta Martínez.  

A sus 72 años y Jefe de servicio de Análisis Clínicos del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca durante cuatro décadas, el ahora bodeguero decidió emprender en el mundo del vino cuando le llegó la edad de la jubilación. Cree que de todo hay que sacar algo bueno: “Ojalá la pandemia no hubiese pasado, pero lo cierto es que esto también nos ha permitido hacer una parada y marcarnos nuevos retos”, explica el propietario de Granbazán, que añade sobre Veigalobos 2018: “Este vino ha sido elaborado con las mejores uvas de nuestros viñedo de Cobas de Lobos al borde del Río Umia. Los procesos de maceración han dado sus frutos y el resultado es un blanco extraordinario, diferente, con una gran suavidad y que al tiempo mantiene esa buena acidez que caracteriza al albariño”. 

Un blanco distinto con el que el grupo riojano continúa dando pasos en su apuesta por Rías Baixas, donde ampliará su viñedo con cinco nuevas hectáreas, y también en Galicia: Están elaborando ya un ‘por-para’ en Valdeorras y no descartan abrir bodega propia en la tierra del godello.

Su portfolio de elaboraciones también crecerá pronto con los que serán el primer espumoso y el primer tinto de Grabazán: “Saldrá en unos meses. Yo ya lo he probado y puedo adelantarte que está muy bueno”, se ríe el propietario de Baigorri, que añade:“Estoy totalmente convencido de que Rías Baixas es el futuro de los tintos españoles. En diez años, nos van a dar muchas alegrías. Su clima, sus variedades…Van a permitir hacer vinos de mucha nariz y poco cuerpo al estilo de los grandes Borgoña. Son muy muy interesantes y agradables, una contraposición a lo que se está haciendo en Ribera o en Rioja: más suaves, con una nota distinta, mucho encanto”. 

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