Roberto Núñez (Cambados, 1980), publicista, director de Arte y diseñador gráfico, se define a sí mismo como un apasionado del vino, no en vano nació en la que para muchos es la cuna del albariño y en la que, desde una edad temprana, participaba con sus amigos en la vendimia. Exclama al recordar cómo, “por la noche y tras el duro día de trabajo, al cerrar los ojos, ¡Volvía a ver uvas!”. En el vino, Nuñez encuentra así sus raíces pero también grandes logros profesionales. Su primer contacto con el sector como publicista le llegó de la mano de Rías Baixas, D.O con la que trabajó en una serie de campañas gráficas y de televisión. En 2017, sin ir más lejos, su estrategia de comunicación para la bodega San Ero le valió dos premios Graphis en Nueva York, situados entre los reconocimientos más prestigiosos del mundo de la publicidad. Instalado en Barcelona, donde hoy cuenta con su propio negocio, ha pasado por agencias de la talla de DDB así como trabajado con cuentas a la altura de Volkswagen, McDonald’s, Cola Cao o Fotocasa.
Él lo tiene claro: “Contar con una estrategia de comunicación es crucial para las bodegas”. “El mercado del vino”, desarrolla en este sentido, “es un sector muy atomizado, en él existen miles de referencias que juegan en la misma liga, por lo que”, resume, “es muy sencillo: O creas una personalidad de marca diferenciadora, o lo tendrás muy complicado a medio y largo plazo”. Y completa: “Con una buena estrategia y con el poder de la creatividad, hasta las empresas más pequeñas y con menos recursos pueden aspirar a competir y perseguir objetivos ambiciosos”.
Pero, ¿cuáles son las claves a la hora de desarrollar este tipo de mecanismos? En opinión de Núñez, “lo más importante es ser fiel a la realidad de las marcas así como tener claros los objetivos de la misma a medio y largo plazo”. “Teniendo esto muy presente”, apuntilla, “el análisis de la propia marca y el estudio del mercado permitirán poder focalizarse más”. “Una de las grandes clave de todo esto”, dice Núñez, “es el storytelling”: “La capacidad de proyectar historias que tengan la capacidad de conectar con los consumidores, de emocionarlos, de sorprenderlos, de entretenerlos…” Todo ello, en cualquier caso, “sin olvidar definir un posicionamiento claro de marca, que funcionará como guía y camino a la hora de comunicar una misma personalidad en cada acción y herramienta puesta en marcha”.
En este contexto, opina Núñez, el mundo del vino de Galicia tiene muchos y grandes argumentos: “Cuando se habla de Galicia es inevitable relacionarla con su historia, cultura, paisajes, con el carácter afable de sus gentes, con su gastronomía y la calidad de sus vinos”. “Los argumentos son de peso”, concluye, “y con ellos hay que generar estrategias y acciones que vinculen las experiencias y vivencias con el propio territorio”.
“Las redes sociales y la comunicación online serán claves para segmentar e interactuar con los potenciales consumidores”, completa para pasar a opinar que, “aunque es cierto que las grandes bodegas y los Consejos Reguladores gallegos invierten cada vez más en comunicación”, aún queda mucho por hacer: “Hay que planificar más los mensajes y crear una comunicación bidireccional con el consumidor”.
Apunta, en este sentido, al enoturismo como “una herramienta increíble para transmitir experiencias y ganarle la partida a otras bebidas que no cuentan con ese valor diferencial con el que emocionar a los consumidores”. Se trata, dice, “de un generador de experiencias, de negocio, de nuevos consumidores, y de prescriptores. Una herramienta de promoción que debería seguir siendo potenciada por la empresa privada con mayor intensidad”.
Le preguntamos también qué es lo que puede hacer el sector del vino en Galicia para atraer a uno de sus grandes escurridizos, el segmento millennial, y parece tener clara la respuesta: “Lo que ellos buscan son experiencias innovadoras y memorables, que al fin y al cabo no es otra cosa que lo que desean la gran mayoría de consumidores. Se hace necesario más que nunca construir marcas con potencial e historias que faciliten este cometido”. “Después”, desarrolla, “gracias a la segmentación que nos permiten los medios sociales podremos dirigirnos con contenidos más específicos que puedan potenciar esa relación o vínculo con ellos”. Núñez es también contundente en este sentido: “En el mundo del vino, y en el de la comunicación en general, cada vez tendrá más importancia el uso de nuevas tecnologías como la realidad aumentada, que nos permitirán potenciar las experiencias e interacciones de los consumidores con las marcas y productos”.
Se despide con tres consejos para las bodegas gallegas que estén pensando en poner en marcha una nueva estrategia de comunicación: “Que piensen en el consumidor, en crear historias memorables con una gran carga emocional. Que sean valientes y ambiciosos. Que busquen la diferenciación siempre siendo honestos con la realidad de las bodegas y de sus productos”.