El 28 de junio, en el emblemático Pazo Baión, el cantautor de Vilagarcía Gonzalo Arca daba el pistoletazo de salida al VideaFest, con la música y el albariño como hilo conductor. El día 5, Guadi Galego e Iván Ferreiro inauguraban una nueva edición de Os Xoves de Códax frente a las espectaculares vistas de la Ría de Arousa, en la terraza de la bodega. El día 8, en Valdeorras, ELE (Elena Iturriaga), a la que algunos llaman la Norah Jones española, actuaba frente a unas 200 personas entre viñedos de godello en la ‘Velada de los Sentidos’ de la bodega Godeval. Al atardecer del 13, Sonia Lebedynski, por su parte, abría el ciclo de conciertos Son&Sal en el barco de la cooperativa de Meaño Paco&Lola, y que continuará a lo largo del mes de agosto con las actuaciones de Mad Martin Trío o Rosa Cedrón.
Ese mismo sábado celebraba O Ribeiro una nueva edición de su Son de Viño en la playa de la Barrosa, con diferentes estilos como los de O Sonoro Maxín o Esteban y Manuel,en una cita que ponía de relieve la calidad de la música gallega y también la de los vinos de la D.O. más antigua de Galicia. Del mismo modo, el SilFest fusionó núsica, gastronomía, vino y cine en julio, a la orilla del Sil a su paso por O Barco. Ayer, sin ir más lejos, el soul y el funk de Freedonia presumían de voz incendiaria y creatividad en plena Ribeira Sacra, con un álbum doble con la libertad de la mujer como hilo conductor en el parador de Monforte, en el marco del 17 de Ribeira Sacra, que continúa a lo largo de estos días con más actuaciones y vino de la zona en un escenario de lujo.Este domingo se despide, por su parte, el exclusivo Sinsal en la Isla de San Simón, y en el que la buena música también ha podido maridar con el sabor de grandes vinos gracias a la participación de marcas como las de Adegas Terrae. En agosto, las notas musicales continuarán de la mano de iniciativas como “Agosto na ría”, organizada por Bodegas Marqués de Vizhoja, o el Ribeiro Blues Festival, en Castrelo de Miño.
Con la llegada del verano, las elaboraciones de la comunidad refuerzan uno de sus mejores maridajes, el que les une con la música, abriéndole la puerta a nuevos públicos. Durante la época estival, conciertos de todos los estilos y para todos los perfiles ponen ritmo a lo largo y ancho de las D.O. gallegas a vinos cada día más reconocidos, con la calidad como punto de partida.