Un viaje para contar a la auténtica cuna del godello

El primer fin de semana de junio y por segundo año consecutivo, Valdeorras reivindicó la identidad de sus paisajes y vinosante comunicadores especializados llegados de todo el país

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Texto – M.Bueno

Saben bien en el Consejo Regulador de Valdeorras que ni la historia de la Denominación de Origen, que lo es desde 1945, ni la tierra que cada día cultivan sus más de 40 bodegas amparadas caben en un dossier de prensa; que 1.400 hectáreas no se agotan en un dato, que importan más los nombres y apellidos que esconde detrás de sí cada parcela. Entienden que, para contar Valdeorras, lo mejor es vivirla en primera persona. 

Por eso, este año y por segunda vez consecutiva, el sello ha querido mostrar a comunicadores especializados de todo el país paisajes como los dibujados por las cepas en bancales de Viña Falcoeira, a la orilla del Bibei; u O Diviso, frente al imponente Santuario de As Ermitas; o los viñedos sobre lascas de pizarra en la parroquia de Éntoma, cultivados por Virxe de Galir, ahora en manos del grupo riojano Cvne. 

*Foto: Viña O Diviso, frente al Santuario de As Ermidas. Forma parte del proyecto de recuperación que Telmo Rodríguez está llevando a cabo en la zona bajo el nombre «Ladeiras do Xil». // M.B.

Qué mejor que recorrer el sello en plena floración —época de riesgo de enfermedades— y a 30 grados a la sombra para entender que el sudor allí es más que una metáfora de esfuerzo; y que la pasión por la viticultura excede las palabras es un hecho al conocer a Marcos Prada, de Adegas Melilla e Fillos y vicepresidente de la D.O.: Dos años después, le temblaba todavía la voz al recordar las consecuencias de la helada de abril del 17 en la explanada de A Rúa. 

Y es que, si ya se sabe que la godello está de moda, quizás más relevante sea entender cómo ha llegado hasta los restaurantes de Madrid y dejar que sea la propia Araceli Fernández, propietaria de Godeval, quien relate frente a una cepa de más de dos siglos los pormenores de Revival. Ese es el nombre del proyecto que su padre encabezó ya en los 70 para recuperar la variedad y acabar así y de una vez por todas con el viejo tópico, aquello de que: “En España, el mejor blanco era un mal tinto”. 

*Viñas de godello de la Bodega Godeval en floración a principios de junio. //M.B.

El sector, aliado contra la despoblación rural en la zona

El viaje lo inauguró el primer fin de semana de junio, con acento mexicano y un comentario al aire el periodista afincado en Madrid Manuel de Santiago. “Galicia es mi lugar favorito para hacer fotos: enfoques donde enfoques, siempre te llevas una postal”, dijo el promotor de Vínica desde A Ruta dos Fornos de Celavente, un municipio de hoy solo 60 habitantes que da buena cuenta de la despoblación en el rural gallego. 

También de cómo el sector del vino es un aliado diario en la lucha contra este problema. Frente a casas de piedra abandonadas, el autóctono de la zona y responsable de comunicación de Valdeorras Jorge Isla señaló a unas montañas para pronosticar que pronto pasarían a estar pobladas de viñedos. Apareció a curiosear una pareja de vecinos: “¡Tanta xente por aquí, extráñame!”, se justificó uno de ellos. Puede que pronto llegue más. 

*Cata de godellos en A Ruta dos Fornos, Celavente. //M.B.

La gran diversidadde suelos como clave en la D.O.

Estaba a punto de empezar la cata dirigida por el director técnico del C.R.D.O., Jorge Mazairas, que abrió boca con referencias de godello, entre las que Ana Vicens, de Selectus Wines y presidenta de la Asociación de Sumilleres de Cataluña, valora especialmente las añadas jóvenes: “Frescas, vibrantes, auténticas, eléctricas”. También los trabajos con las lías y la capacidad de evolución de la variedad blanca en el tiempo.  

Se dió paso después a mencías y también a elaboraciones de brancellao, sousón o garnacha tintorera, estas últimas fueron las que más llamaron la atención de Miguel Ángel Martín. El vicepresidente de la AEPEV y fundador de Enocata destaca tras el viaje la mineralidad de los vinos e insiste en la gran diversidad de suelos — aluviales, arcillo-ferrosos, calizos, graníticos o de pizarra — como uno de los puntos fuertes de esta D.O. atravesada por el río Sil.

*El director técnico del C.R.D.O. Jorge Mazairas, se hace un selfie con algunos de los comunicadores especializados participantes en el viaje de prensa. // M.B.

Un feliz“final amargo”

Durante el viaje, maridado con productos de la gastronomía típica de la zona: cordero, bica, empanada de maravallas y hasta queimada, los periodistas pudieron conocer también un trozo del Camino de Invierno, aventurarse en una cascada oculta en una viña o intercambiar impresiones con el presidente del Consejo Regulador, José Luis García Pando. 

Se insistió en que Valdeorras es la cuna del godello, que este es el único sello que obliga en su pliego a hacer godellos 100% y en que lo que diferencia a esta variedad cremosa, con estructura y de aromas a frutas como la manzana en la zona es su característico final amargo. 

Para despedir el viaje, Vicens, Martín, Santiago y el resto de comunicadores presentes como Nacho Sanz, de Indie Spanish Wines, o José Luis del Campo, de Sobrelías, alzaron las copas. Tras un intenso fin de semana, habían llegado a saber con exactitud a qué se refería el C.R.D.O. la primera vez que les habló de un ‘Brinde de Sensacións con Valdeorras’. 

*Cordero o empanada de maravallas, entre el menú del viaje de prensa.// M.B.