¿Y la vendimia para cuándo?

El vitivinícola gallego recupera este año sus tiempos después de un 2017 atípico y empezará la recogida de la uva entre la segunda y tercera semana de septiembre

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«Todo el mundo me pregunta ¿Y la vendimia pa’ cuando?» comentaba divertido esta semana en redes sociales un bodeguero de O Ribeiro en referencia a una de las canciones que más se han bailado este verano en las verbenas de la comunidad. Ahora que la época estival alcanza su última fase, en cualquier caso, la asistencia a ferias enogastronómicas pasa en el vitivinícola gallego a ser sustituida por el trabajo en campo.

Muchos viticultores han empezado ya a estas alturas con los controles de maduración y, en las bodegas, se apresuran estos días embotellados de última hora. La limpieza es también más exhaustiva que nunca. Los preparativos están en marcha, en definitiva, de cara a una vendimia que, más que llegar retrasada, recupera los tiempos habituales de la recogida de la uva en la comunidad tras la añada del 2017 que, esa sí, destacó por ser inusualmente tempranera.

Así las cosas, parece que será entre la segunda y la tercera semana de septiembre cuando el grueso de las bodegas den el pistoletazo de salida a la época de más trabajo del año, con diferencias entre zonas y subzonas y siempre y cuando el tiempo se mantenga estable porque, coinciden en señalar los Consejos Reguladores gallegos, es difícil saber nada con seguridad hasta que la propia vendimia se produzca.

Tampoco hasta entonces se conocerá al 100% el alcance de las pérdidas por los ataques de mildiu que preocuparon al sector con especial intensidad los pasados meses de mayo y junio, cuando diversas condiciones climáticas, como los altos niveles de humedad registrados, crearon el escenario perfecto para la aparición de enfermedades fúngicas en la comunidad.

De momento, los cálculos en Rías Baixas apuntan a en torno un 10% de descenso con respecto a la cosecha anterior, la segunda mejor de la historia de la D.O., mientras que, por otra parte, el resto de sellos de la comunidad confían en superar sus cifras del año pasado pese a las plagas. Cabe recordar aquí que 2017 resultó especialmente duro en buena parte de los viñedos ourensanos; sin enfermedades, sí, pero que, afectados por las heladas de abril o la piedra de agosto, obligaron, en muchos casos, a una vendimia en tres fases.

En la D.O. del albariño, y aunque es posible que alguna partida llegué antes, se prevé así que las primeras bodegas empiecen a vendimiar en la subzona de O Condado de Tea a mediados de este mes; en O Salnés lo harán del día 20 en adelante. Una semana, entonces, de retraso con respecto a la media de la D.O. pero que viene a situarse en fechas normales.

Así lo valora Agustín Lago, quien habla también de buenas expectativas pese a los ataques fúngicos y es que, explica, la brotación fue muy buena en la D.O. este 2018. «Hubo pérdidas, sobre todo en la subzona del Condado, pero, por lo que nos apuntan, hay producción y las expectativas son buenas», asegura en este sentido.

En O Ribeiro, por otro lado, «esperan que la cantidad sea más alta que la del año pasado». Juan Manuel Casares Gándara, presidente de la D.O., destaca la «distribución irregular e incidencia desigual» de los ataques de mildiu en la comarca y, tras hablar con los viticultores del sello, estima que la recogida de la uva empiece a mediados de septiembre. «Después del adelanto de hasta tres semanas en 2017, O ribeiro recupera los tiempos normales históricos de vendimia», resume en el mismo sentido.

También en Ribeira Sacra, donde el Consejo Regulador ya ha empezado los trabajos de control, se volverá a la normalidad este año. Así lo sostiene su titular, José Manuel Rodríguez. Aunque, puntualiza, los datos oficiales no se tendrán hasta dentro de unos días, se prevé que la vendimia empiece con el San Mateo, en torno al 20 de septiembre. Bien es cierto que, en las zonas más tempraneras, algunas bodegas se adelantarán al 15, «como siempre».

Por otro lado, es posible que también en la D.O. de la viticultura heroica la cosecha crezca en 2018 con respecto al 17, según valora el titular y pese a los estragos que, reconoce, ha causado el Mildiu. «Habrá que ver que hace el tiempo de aquí en adelante» y es que, insiste, «todo está supeditado a él». Pide temperaturas suaves y secas y noches frescas.

Lo mismo desean en Valdeorras – «el calor de estos días viene muy bien»-, desde donde Jorge Mazaira, director técnico, asegura que todo sigue en línea con lo previsto: «Las bodegas más tempraneras empezarán entre el 10 y el 15 de septiembre y las demás les seguirán cinco días más tarde».

En lo que respecta al mildiu, por su parte, explica que la incidencia de la plaga ha sido muy desigual y que habrá que esperar a la recogida para saber más aunque calcula que, como «venía muy buena cosecha», Valdeorras se situará este 2018 en los 5 millones de Kilos de uva, superando también las cantidades del 17. La D.O. presidida por García Pando, en cualquier caso, ha anunciado ya en nota de prensa que pedirá ayudas a la consellería de Medio Rural para los viticultores que se hayan visto afectados.

En Monterrei, la Denominación que más sufrió el frío de hace dos abriles, estiman pasar de los cuatro millones frente a los 2.780 de la pasada vendimia. Lo cuenta Miguel López, director técnico de la D.O. Cree que, pese a que las primeras previsiones apuntaban a finales de septiembre, el sello empezará ya alguna parcela en torno al día diez de este mes.

Será esta, además, «una vendimia larga aunque no tanto como la del año pasado» y, «aunque en el sello hubo también algún brote de mildiu por los rocíos mañaneros», dice, «aquello se controló con tratamientos y, ahora ya, está paralizado gracias a las horas de sol».

«El estado fitosanitario de la uva es excelente, no hay problemas, y las condiciones climáticas son favorables», concluye el técnico, «se prevé una muy buena cosecha».

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