Elaboración:
Una joya criada en la suave tierra del pazo de Arretén. Este blanco es un vino fresco, equilibrado y elegante. Todas estas cualidades nacen del punto natural de acidez tan propia de Galicia, lo que convierte a Iriensis en un ejemplo líquido de las virtudes de esta zona.
Las viñas en las que se obtienen las uvas de Iriensis están plantadas desde hace quince años y, como entonces, la bodega sigue haciendo la vendimia a mano. Después de seleccionar los mejores racimos, los despalillan y los someten a un prensado suave para lograr un rendimiento bajo en mosto lágrima. Una vez logrado, el líquido pasa por un ligero desfangado para después pasar a la fermentación espontánea en depósito de acero. Para finalizar, Iriensis pasa más de un mes sobre lías finas y sigue otros tres meses de crianza en barrica de acero. No hay que tener prisa con las cosas buenas.
Cata:
Notas florales y cítricas de intensidad media. En boca se muestra vivo, aromático y fresco. Ideal como aperitivo o para acompañar una comida.