Una combinación perfecta de mencía (85%), caíño y brancellao.
Cata:
- Fase visual: un vino muy vivo, con capa intensa y color rojo. Lágrima prolongada, reflejo de un vino muy glicérido.
- Fase olfativa: sobresale un aroma a fruta muy madura (cereza) que se hace muy persistente y sutil.
- Fase gustativa: intenso en boca con un tanino dulce muy prolongado, carnoso, maduro y con una astringencia muy agradable. Persistencia prolongada y un intenso retrogusto a la variedad.